Nuestro país ha estado convulsionado desde siempre, desde
sus propios inicios, así que no es extraño que se requiriera de una fuerza
estabilizadora que fomentará la convivencia y armonía social. La educación es
el principal eje y fundamento para lograr esos objetivos y metas sociales. Por
lo menos, eso se nos dice en los diversos espacios de formación docente,
normales pública y privadas, así como también, en la educación universitaria.

En plena consolidación de la Revolución Mexicana José
Vasconcelos tuvo la acertada visión de crear la Secretaría de Educación
Pública, instancia para darle solidez al cumplimiento de los postulados de la
educación constitucional consagrado en el Artículo 3° que determina que la
formación debe ser democrática, nacional, fomentadora del desarrollo integral
del individuo, de la solidaridad y convivencia.

Ya en el periodo de presidencias constitucionales, Jaime
Torre Bodet, propuso con mucho éxito el Plan de los Once Años que calificó la
educación con un carácter especial y se dio el avance del libro gratuito, un
elemento esencial para el fortalecimiento de la educación pública, además, de
crear una campaña para aumentar la cobertura educativa con el lema “Primaria
para Todos”.

En la década de los 90´s, el Acuerdo para la Modernización
Educativa, estableció estrategias que buscaban reforzar la capacitación, con el
compromiso y reconocimiento de la tarea magisterial que redundará en un
mejoramiento del proceso educativo.

Hoy hay inestabilidad educativa. Hay mucho desconcierto e
incertidumbre en el magisterio. No queda claro lo que ahora se pretende con la
“Alianza por la Calidad Educativa” promovida por el SNTE y la SEP. La lucha por
el botín político tiene secuestrados a los maestros. Las diferencias entre
Josefina Vázquez Mota, Secretaria de Educación calderonista, y la líder del
sindicato de maestros, Elba Esther Gordillo se hace evidente en la falta de
coordinación y certeza en las acciones y declaraciones.

Hoy los maestros están amenazados en su estabilidad laboral.
Hay muchos rumores y mitos, provocados por la aparente conveniencia de mantener
la inestabilidad en los maestros.

¿Por qué está sucediendo estos escenarios confusos?

Parecería que se quiere dejar en la percepción de la
sociedad la incongruencia y falta de compromiso social de los maestros para
provocar el hartazgo social que lleve al colapso el sistema educativo. De esta
manera descalificar al mismo sindicato y grupos políticos, a los maestros y
todos los esfuerzos para consolidar la calidad y mejoramiento de los procesos
educativos.

Tal vez así, en un intento de rescatar al sistema educativo
nacional de ignominia, se proponga una solución tan radical como sería la
privatización de los servicios educativos. En el entendido de que las
instituciones privadas tienen no solo mayores recursos, sino también, están
libres de estar inmersos y en medio en la lucha política, y por lo tanto,
aportan mejores resultados en el desarrollo del aprendizaje de sus alumnos.

¿Será la incertidumbre provocada e incentivada la antesala
de la privatización de la educación? Así lo veo y percibo. Es una simple
explicación del porque se está dejando que los rumores crezcan a partir de la
falta de transparencia y claridad en los principios, objetivos e implementación
e instrumentación de la “Alianza por la Calidad Educativa”. Parece que se está “pichando”
al perro para que este ladre y ataque sin sentido ni dirección. Como
consecuencia de esta conducta natural aunque inducida se desgaste y acorrale
hasta su destrucción.

Es por ello que los maestros deben ser más inteligentes para
no dejarse engañar ni caer en el juego perverso que se está ciñendo en torno a
ellos que les perjudicaría su estabilidad laboral. El gran error y omisión ha
sido no encontrar ni apoyar a los verdaderos líderes magisteriales que
comprometidos, con la base y pleno reconocimiento social, emprendan acciones a
favor de los maestros y procesos educativos.

La educación es uno de los fundamentos de la sociedad.
Desatenderla significaría hundir al país en el retroceso social, a la
inmovilidad social, a la incertidumbre en el desarrollo e involución en el
desarrollo del individuo.

AL PUNTO. Según afirman las autoridades no es
recomendable, ante la crisis financiera, hacernos de créditos, ya que se
requiere de prudencia e inteligencia para no salir afectados por la recesión
económica. Sin embargo, la voracidad de los bancos queda patente, como es el
caso de la institución financiera en pleno centro en la Plaza Grande, en una
casa muy histórica para los yucatecos, donde hay más de 10 cazadores que
ofrecen instrumento de crédito a los que simplemente están caminando. Seamos
los ciudadanos más juiciosos de la situación y no caigamos en mayores
problemas, que aún no ha terminado del tsunami financiero que nos afecta a
todos.

En días pasados quise comprar un termo en el súper ubicado
en Plaza Oriente. Me sorprendió darme cuenta que en toda la sección de
utensilios del hogar se encontraba casi vacía. Me dejo la impresión que la
tienda no había surtido en mercancía no perecedera para darle más importancia a
los productos de canasta básica, que al fin y al cabo, en una situación de
crisis no es tan malo. Bien me lo dijo un  amigo economista cuando me
afirmó categóricamente, que como está reciente, apenas hace unas dos semanas
que empezó el colapso financiero, aún no se ve claramente sus efectos, por que
las tiendas aún tienen inventarios completos; pero cuando se tengan que
renovar, para surtir nuevamente, entonces la situación cambiaría en la medida
que no se tenga el dinero para comprar el producto nuevo, sentenció.

Así que debemos tener mucho cuidado, que aún la cosa no
termina.

 


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.