Pero es muy fácil acusar a la Procuraduría de infiltración, como si este último sería la esencia del problema. ¡Qué fácil es confundir el fondo con la forma! Por qué ahí en el hueco de podredumbre acepta que esos cheques a su nombre por cantidades millonarias que no corresponden a su estatus político son suyos.

¿Qué paso entonces con la bandera de la honorabilidad que tanto utilizaron los panistas como garantía contra el sistema hegemónico de setenta años del PRI? Lo que vemos que no se necesitaron tantos años para comprobarnos que resultaron peores porque con sus actos han defraudado la confianza depositada en ellos.

En la sesión del Cabildo del sábado, el grupo de poder – los regidores panistas – les resulta muy fácil hoy desligarse de Cecilia Flores al afirmar que la funcionaria propuesta por César Bojórquez no era panista, sino que tenía mayores vínculos con el PRI, por sus relaciones de parentesco. ¡Hágame el favor!

Me gustaría preguntarle a todos y cada uno de los funcionarios que quedan en el municipio de Mérida si ante esta prueba de deslealtad de los regidores de su propio partidos que son capaces de la peor rapiña al negar la cruz de la parroquia si se sienten seguros, confiados y acobijados por ellos. No se olviden que la lealtad es el mayor valor que una persona puede demostrar. ¿Lo demuestran los panistas con sus principios y actos?

Hoy hay falta de congruencia en el PAN. Muy calladita se encuentra la presidenta del PAN en Yucatán, la profesora Magaly Cruz Nucamendi. Otrora gran defensora contra actos de corrupción en el Gobierno del Estado hoy permanece callada, sin decir nada. Ya no la vemos en cuanto medio de comunicación lo hacía para pedir más transparencia y legalidad de los actos de gobierno. Claro que como ahora el caso es del municipio donde no hay punto de pierde por la contundencia de hechos consumados como son las denuncias judiciales y las periodísticas, práctica el consejo de “calladita te ves más bonita”. Ya lo ven, que fácil es dejarse corromper por los vicios del poder. Ni porque en tiempo electoral, el mismo presidente municipal, panista, fue quien diera a conocer la noticia y desatará un auténtico tsunami ha tenido la valentía de defender los principios como lo debería ya haber hecho al poner al primer regidor, César Bojórquez, en su lugar.

Sorprende que en los tiempos de la elección interna del PAN para el 2007, cuando hicieron de las suyas contra la contadora Ana Rosa Payán Cervera se me acercará una persona panista para recomendarme que mejor dejará de escribir contra el partido, “ya que los trapitos sucios se lavan en casa”. Pero ahora, esa misma persona, ante la presencia del Alcalde hiciera a viva voz un calificativo despectivo contra César Bojórquez para denotar la gran incompetencia de este como funcionario y representante municipal. ¡Como han cambiado las cosas!

Esa es la realidad que dudo que desconozcan la cúpula panista que ya ve en puertas el desastre electoral, y que en contraparte, en lugar de tener una estrategia para salvar políticamente la situación, parece que no le importa, y esta dejando morir a su Alcalde.

Pero tampoco se quedan atrás los regidores de oposición. En lo que debería ser una postura mucho más firme para exigir la renuncia de quien nos ha demostrada incapacidad, inocencia y hasta ignorancia, del cual no corresponde a lo que los meridanos esperamos de las autoridades para sentirnos orgullosas de éstas; su complacencia y condescendencia, permite que no se pongan las cosas en su lugar y solo los hace cómplices por no actuar como deberían. Como alguien alguna vez también dijo: “son tantas las delicias del poder, que para que, perdérnoslas”.

No hay de otra, las cosas por lo menos para miles de meridanos que vemos la descomposición en la administración pública de Mérida nos queda muy claro de quien ya no debe estar sentado a la presidencia del Cabildo meridano. Los hechos ahí están: existió a expensas y en tiempo de trabajo en el Ayuntamiento de Mérida una banca paralela que hizo varios negociazos donde están involucrados funcionarios municipales. No importa si fueron o no tocados los recursos públicos. La verdad es mucho más sencilla: la conducta inapropiada e inmoral de los ejecutantes de la pirámide fraudulenta ha corrompido la administración pública municipal.

Las investigaciones y auditorias deben solo aclarar una verdad jurídica en las instancias correspondientes para determinar el deslinde de responsabilidades penales que concernientes al caso.

¿A alguien le queda alguna duda de lo anterior?

Pero como lo dije al principio. No vivimos en otras partes del mundo donde una simple suposición de mala actuación en la función pública de los políticos es razón más que suficiente para acabar con éstos. Solo queda confiar que todo lo dicho y denunciado caiga en la conciencia crítica del ciudadano elector, y sin mandado a hacer por los opositores, este caso, en las urnas, seamos nosotros quienes pongamos a cada quien en su lugar. Solo en una cosa estoy de acuerdo con César, cuando afirma que, cada quien deberá pagar el precio de sus decisiones. No falta mucho para saber si así será.

 


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.