Lamentables hechos que ensucian los colores rojo, azul y oro
Ser joven en este país es sinónimo de vulnerabilidad y crimen
Exigimos a las autoridades correspondientes garantizar nuestra seguridad, asumir la responsabilidad e indemnizar de alguna manera a nuestros compañeros heridos.
El día lunes 3 de septiembre, se organizó un colectivo de estudiantes de diversas preparatorias, CCH y facultades para marchar desde La Bombilla hasta la Rectoría de la UNAM con motivo del descontento con esta misma por ignorar las peticiones del CCH Azcapotzalco hechas a la mitad de la semana pasada.
El CCH Azcapotzalco había elaborado un pliego petitorio hacia dirección reclamando varios puntos, entre ellos, que destituyeran a su nueva directora, la maestra María Guadalupe Patricia Márquez Cárdenas por destruir el acervo de murales dentro del plantel y exigir cuotas que no tenían una finalidad definida.
La marcha hacia rectoría fue en todo tiempo pacífica, incluso conformada por padres de los alumnos, que deseaban mostrar su solidaridad. Cabe resaltar que lo único que se quería demostrar con esta era descontento y unión, solidaridad de los estudiantes y diversos planteles ante las injusticias cometidas. Fue así que llegaron a la explanada frente a rectoría en Ciudad Universitaria, y en medio de un discurso dado por la madre del difunto alumno Carlos Sinahue, intervino un grupo porril, organizado evidentemente por personas ajenas a la marcha. Este grupo atacó violentamente a los estudiantes, lanzando petardos, bombas molotov, palos, y piedras; cuando estos se terminaron, recurrieron a golpear y acuchillar a los alumnos quienes no iban armados y huir fue su única opción.
Lamentablemente los porros lograron lastimar a varios alumnos que se protegían entre sí y y al no dejarse intimidar fueron agredidos con armas punzocortantes por lo que tras esa agresión se encuentran hospitalizados Emilio Alejandro Aguilar Sánchez, alumno de la preparatoria no. 6, llamado y Joel Sebastián Mesa García estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras,
Es conocido que los grupos porriles son organizados por las direcciones de los planteles y en general por la dirección de la UNAM. Se sabe que varias de las personas que atacaron el día de hoy fueron identificadas como porros de Naucalpan y Azcapotzalco, mandados para causar disturbios en una marcha pacífica y causar daños al grupo estudiantil. Se les identificaba por portar suéteres y chamarras con distintivos de la universidad.
La agresión recibida mientras transcurría esa marcha pacífica, no se explica, ni se justifica. Como comunidad universitaria asumimos que fue para infundir miedo entre nosotros e intentar evitar que sigamos exigiendo nuestros derechos, para desestabilizarnos y hacernos parecer ante la opinión pública como revoltosos agresivos.
Dadas las circunstancias, una vez más se ha demostrado que ser joven en este país es sinónimo de vulnerabilidad y crimen, que incluso pedir pacíficamente que se cumplan tus derechos y se escuche tu voz, es sinónimo de exponerte a un ataque. Exigimos a las autoridades correspondientes garantizar nuestra seguridad, asumir la responsabilidad e indemnizar de alguna manera a nuestros compañeros heridos.
Por Mercurio y Jaguar Rojo
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