Por Edelmiro Franco. Enviado

Medellín, 8 Sep (Notimex). La nueva librería del Fondo de Cultura Económica (FCE), Fernando Del Paso, que se abrió en esta ciudad en alianza con la Biblioteca Pública Piloto (BPP), es la bitácora del retorno de la historia de las letras entre Medellín y México.

Las puertas de esta librería están abiertas para los miles de lectores desde este sábado en un espacio de la BPP, fundada en 1952 gracias a un convenio celebrado entre la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el gobierno de Colombia.

Desde entonces la BPP es el principal referente cultural de la segunda ciudad más importante de Colombia, después de Bogotá, y se consolidó como modelo de bibliotecas para poblaciones de escasos recursos en África, India y América Latina.

La inauguración de la librería se hizo con la presencia de José Carreño Carlón, director general del FCE; la embajadora de México en Colombia, Blanca Alcalá Ruiz; la directora de la BPP, Shirley Milena Zuluaga, y el gerente general del FCE-filial Colombia, Álvaro Velarca.

El director general del FCE explicó en entrevista con Notimex que la ciudad de Medellín es un centro cultural muy atractivo que está produciendo sus “propios escritores, creadores, es una comunidad altamente lectora (…) La llegada a Medellín tiene que ver con otra veta de expansión del Fondo de Cultura Económica”.

En el caso de Medellín fue la propia comunidad y la BPP que tomaron la iniciativa de invitar a la casa editorial mexicana para que montara una tienda aprovechando un espacio en el proyecto de renovación de los espacios de la sede principal de la biblioteca, localizada en el sector occidental de la ciudad.

El FCE, dijo Carreño, hizo los estudios de viabilidad de la alianza y “vimos interés, mercado, y el otro aspecto valioso para atender era la comunidad de lectores y luego llegamos a un acuerdo con la Biblioteca”.

Las dos instituciones tienen una historia de hermandad en lo cultural, literario, y como “vehículo para ayudar a restablecer el tejido social lesionado por fenómeno de la violencia y de las bandas criminales”, subrayó Carreño, quien recordó que el FCE retomó la experiencia de la BPP de las Bibliotecas Ciudadanas, que se replican en México, en particular en Michoacán.

Es una alianza con “ideales y proyectos comunes, que ahora se culmina con la apertura de la librería (…) Esta alianza la estamos renovando con mucho vigor y entusiasmo”, externó.

Recordó que la llegada del FCE a Colombia, se hizo por Medellín a través de la tradicional librería Continental de la época hasta que en 1975 la casa editorial se constituyó como agencia en la ciudad de Bogotá.

“El Fondo de Cultura Económica en Colombia nació en Medellín y ahora vuelve a través de la Biblioteca Pública Piloto, renovada de una manera espectacular. La Biblioteca y el Fondo son instituciones sin ánimo de lucro. Las filiales internacionales del Fondo no se abren para desplazar a autores, libreros de un país o de otros con fines coloniales y de lucro”, enfatizó Carreño.

Las multinacionales del sector editorial son instituciones lucrativas que repiten doctrinas neocoloniales que “distribuyen los libros de nuestros autores solo en el ámbito intramuros de la frontera porque no les parece atractivo la misión del FCE, que es la circulación nuestros bienes culturales”.

La embajadora mexicana en Colombia consideró en el acto de apertura de la Librería Fernando Del Paso que es una “iniciativa que ratifica el compromiso que tenemos ambos países por la cultura, por lo que encierra en el presente y futuro”.

Destacó que la librería del FCE lleve el nombre del escritor mexicano Fernando Del Paso, quien se ha “convertido en un referente de las letras mexicanas, que combina el tema de la política y el humor, que al final del día nos hace reflexionar”.

Para la directora de la BPP, Shirley Milena Zuluaga, la nueva librería es una especie de “bitácora del retorno de la relación de la ciudad y el Fondo, que se remonta a nuestra recortadísima librería Continental y porque existe “entre México y Colombia una alianza de trabajo colaborativo para el libro, las letras, y la cultura.

“Los libreros, los escritores y los artistas reciben hoy una noticia que llegará con toda la vitalidad, y con propósitos comunes de la Biblioteca Pública Piloto y el Fondo de Cultura Económica: proporcionar libre acceso a la información. Promover el rescate, comprensión, difusión y defensa de las diferentes expresiones latinoamericanas, nacionales, regionales y locales”, dijo.

Esta alianza es “una ventana de posibilidades para los escritores antioqueños en sus recorridos por Latinoamérica e Iberoamérica, orientando las acciones conjuntas a la creación, transmisión y discusión de valores e ideas, así como a la formación de lectores, estudiantes y profesionales.

“Juntos le daremos vitalidad a nuestro espíritu fundacional de una Biblioteca piloto de la UNESCO para América Latina. En esta alianza compartiremos desde nuestros programas y agendas focos de atención de nuestro nuevo Plan Estratégico: Una Biblioteca Pública Piloto como Centro de Pensamiento e Ideas, de la Memoria y el Patrimonio Vivos, que sea un espacio natural para los aprendizajes y la co-creación”, apuntó.

“Todo esto se materializará de manera conjunta para los ciudadanos de Medellín, con una agenda de conferencias, conversatorios, lanzamiento de libros, exposiciones, talleres, presentaciones artísticas, cine, festivales, ferias y otras actividades”, concluyó la directora de la BPP.

En este regreso del FCE a Medellín era necesario que el nutrido público de ciudadanos de la ciudad de todas las edades y niveles socio-económicos tuvieran una reseña histórica del pasado y presente de la casa editorial mexicana, que es la primera de América Latina y una de las más destacadas a nivel mundial.

El invitado especial para esta reseña histórica fue el historiador mexicano Javier Garciadiego, quien dictó una conferencia magistral sobre los orígenes del FCE y sus transformaciones en sus 84 años de existencia.

Para Garcíadiego, el FCE fue “la multiplicación de los libros”, con la influencia del exilio español que jugó un papel preponderante en las dos primeras décadas de la existencia del sello editorial, que en sus orígenes fue monotemático, dedicado solo a temas económicos.

El FCE dejo de ser, sostuvo, una casa restringida a temas económicos y pasó a una editorial que abarca todas las disciplinas de las ciencias sociales a nivel mundial. Entre 1934 y 1936 había aparecido 12 números de la revista económica, que era el objetivo y otros libros de economía.

En 1937 aparece el primer título que no era de economía sino sobre política, en 1938 aparecen otros dos y en 1939 cuando el FCE rompe de forma definitiva con la línea monotemática con textos económicos.

En 1939 inicia un giro “definitivo al dejar de ser una editorial de temas económicos y convertirse en una empresa que se aventuró a difundir libros de todas las ciencias humanas y sociales, de política, sociología e historia”.

Entre 1942 y 1945 aparecieron “los primeros de filosofía, antropología. El crecimiento del Fondo de Cultura Económica en el decenio del 40 fue doble: Creció como empresa, con más empleados y creció sobre todo en interés temático”.

“Todo estuvo relacionado con la derrota del bando republicano de la Guerra Civil y al arribo masivo de los exiliados españoles. Antes había llegado una docena de ellos y vencido el bando de los republicanos hacia marzo de 1939, el exilio fue masivo superior a 20 mil personas, cientos de ellas intelectuales”, añadió.

La Casa de España “se convirtió en el Colegio de México y allí también se transformó el Fondo de Cultura Económica”, puntualizó el historiador mexicano.

Para cerrar el acto de inauguración, el invitado especial fue el Mariachi Antiguo de Acatic & Lumen Lab. Tecuexe Band, que mostró un abanico del folclor de Jalisco, entre pastelitos, vinos y tequila reposado mexicano.


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