La visita nocturna al sitio arqueológico, algo sin precedente, resultó un potente atractivo*

Mérida, Yucatán, a 2 de noviembre de 2019.* Los eventos del Janal Pixan y Noche de Ánimas en Dzibilchaltún rebasaron las expectativas del Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos (Cultur) y del INAH, ya que se esperaban 300 visitantes y llegaron casi 3,000.
Sólo para tener una idea de la gran afluencia registrada, para el equinoccio de Primavera de marzo pasado, que es cuando más visitas tiene el sitio fue de 1,800 y ahora casi se duplicó.
Como se anticipó, por la tarde, a partir de las 13 horas, se inició el primer evento que consistió en una muestra de altares con la participación de las comunidades de Chablekal y de Dzibilchaltún, aunque también Cultur puso su altar.
Los turistas que asistieron pudieron observar todo el proceso de instalación de los altares, pero también de la preparación de los pibes que se hicieron a la antigua, es decir, enterrados.
Luego siguieron los rezos en La Casa Maya en honor a los fieles difuntos y posteriormente hubo una degustación gratuita de los mucbipollos, que para entonces ya estaban recién sacados de la tierra.
Cuando el reloj marcaba las 5:30 de la tarde, la gente comenzó a llegar al sitio para participar en la “Noche de Ánimas”, un evento sin precedente, que consistió en un recorrido por gran parte de la zona arqueológica.
Ya eran las 6:30 de la tarde y la gente no dejaba de llegar. Y como primer atractivo presenciaron el ritual de Tiburcio Can May, un ah-men (sacerdote maya o guía espiritual) quien realizó una “limpia” a varios turistas de las “malas vibras” mediante leves azotes con hojas e incienso.
A las 7 de la noche ya se había formado una larga cola de visitantes ansiosos por entrar y hacer el recorrido por la zona.
El paseo comenzó encabezado con un rezador. La gente, para dar un toque más místico, llevó entre las manos veladoras que les fueron obsequiadas en la entrada.
Estaba previsto que fueron dos recorridos, pero ante la avalancha de personas, no hubo espacio para esperar y así como llegaban entraban.
El recorrido abarcó el sector de los edificios prehispánicos, cerca del cenote, que estuvieron iluminados de diferentes colores, creando un ambiente mágico, que encantó a la gente.
Durante el recorrido, en el que participaron familias enteras, incluyendo niños pequeños y hasta personas con discapacidad motriz, también se explicó sobre el significado de lo que representan los altares que se ponen para recibir a los fieles difuntos.
El recorrido remató en el auditorio del sitio en donde la gente disfrutó de diversos bailables regionales con música viva a cargo de la charanga de “Colitos”.
La jornada concluyó cuando Mauricio Díaz Montalvo y Pilar Ricardi Urban, directores de Cultur y del INAH, respectivamente, entregaron sendos reconocimientos a los comisarios de Dzibilchaltún y Chablekal, por participar en la instalación de altares.
-Cuando se hacen cosas con buena coordinación entre las instituciones se logran excelentes resultados como ahora -comentó la representante del INAH.
El registro oficial del INAH fue de 2,686 con boleto pagado sin contar que muchísimas personas no pudieron entrar porque se rebasó la capacidad de acceso del sitio.

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