*Susana Bautista Cruz, Laura Bensasson y Martha Montemayor Aceves se reunieron para recordar al autor de Guerra en el Paraíso* Por Juan José Flores Nava
México, 27 de febrero (Notimex).— Poesía, recuerdos de familia, remembranzas académicas, relatos de hazañas en defensa de los pueblos y de las lenguas indígenas; pero también añoranzas por el hombre sencillo, el hombre sabio, el maestro, el amigo, el compañero, el hermano: así transcurrió el conversatorio, a lo largo de casi dos horas, sobre el legado literario e indigenista de Carlos Montemayor.
      A 10 años de su fallecimiento, el 28 de febrero de 2010, el escritor e intelectual chihuahuense, estudioso de los movimientos guerrilleros de la segunda mitad del siglo XX en México, sigue estando presente, tal y como lo demostraron Susana Bautista Cruz, Laura Bensasson y Martha Montemayor Aceves. No sólo a través de sus publicaciones o de su herencia cultural, también, por ejemplo, con los premios que llevan su nombre.
      La psicóloga y doctora en antropología Laura Bensasson, dijo que Montemayor (Parral, 1947) fue un investigador que cambió la visión dominante en los estudios indigenistas que durante muchos años vieron al indígena desde lo no indígena. El autor de Guerra en el Paraíso, por el contrario, impulsó el conocimiento del indígena desde sí mismo. Los hizo sujetos de su propia voz. Además, recordó quien fuera su alumna, que su estilo de enseñanza era socrático: estimulaba el pensamiento de los estudiantes sin exhibir su propia sabiduría.
      Martha Montemayor Aceves, hermana del autor de Abril y otras estaciones (1977-1989), llevó a la mesa recuerdos familiares. La forma en que aprendió a tocar la guitarra a los ocho años (cuando las clases eran para su papá); su gusto por el canto, que lo llevó incluso a grabar cinco discos al lado de Antonio Bravo; su pasión incansable por las lenguas: aprendió francés, italiano, inglés, portugués; fue traductor del latín y del griego moderno; dominó lenguas como el maya y el náhuatl y tuvo tiempo de ahondar en el habla rarámuri.
      Susana Bautista Cruz, por su parte, hizo énfasis en la obra literaria de Montemayor. Por lo que se presentó armada con un cúmulo de obras: La literatura actual en las lenguas indígenas de México (2001), Los escritores indígenas actuales (1992), La situación actual y perspectivas de la literatura en lenguas indígenas (1993), Finisterra (1982), El arte y plegaria en las lenguas indígenas (1999), Antología personal (2001), Los tarahumaras: pueblo de estrellas y barrancas (1999) y la obra reunida que contiene todas sus novelas, publicada en tres tomos por el Fondo de Cultura Económica.
      Al final, la hermana del escritor anunció que pronto mandará a imprenta un libro con siete artículos de estudiantes de la UNAM. Se llamará Poesía, guerrilla e indigenismo en la obra de Carlos Montemayor. Y dio a conocer que este viernes 28 de febrero, a las 13:00 horas, en el Faro de Azcapotzalco se inaugurará la Biblioteca Comunitaria Carlos Montemayor, un renovado homenaje a quien alguna vez escribió: “Canto al hombre prófugo de sí, de su casa, de su paz,/ al hombre que carga sus universos destruidos/ y lava en ellos sus ojos, sus labios,/ y nunca cesa de olvidar”.


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.