Desde hace un par de meses leíamos las noticias de un nuevo virus en los países del oriente lejano y aunque resultaban preocupantes, por la distancia, lo sentíamos muy lejanos y totalmente ajenos a nuestra realidad y contexto.

Pero la rapidez de la propagación del virus, ahora llamado Covid-19, junto con la movilidad global de este mundo interconectado ha provocado que desde hace más de una semana ya estemos sufriendo los efectos de lo duro que aún mucho por venir.

Hoy, según el plan nacional propuesto por el gobierno federal, debió de empezar la jornada nacional de sana distancia para evitar el contagio. A nivel federal ya se contabiliza más de 300 contagios y la tasa todo indica que ira subiendo.

En el caso de Yucatán, la contabilidad anunciada ayer por las autoridades sanitarias va 19 casos. Existe la polémica entre el gobierno federal y las autoridades locales es el caso de un recién nacido reportado por la federación como “positivo”, lo que se rechazar en la entidad. Yucatán, por decisión estatal, adelantó la suspensión de clases desde el pasado martes. Antes de llegar al último fin de semana ya se habían cerrados discotecas y los restaurantes obligados a cerrar a las 10 de la noche. Para el día de hoy, deberán estar cerrados los cines y otros espacios de conglomeración de personas.

Un escenario que, según algunos usuarios de las redes sociales parece ya de una película de aquellas de ciencia ficción, las calles de Mérida se han vaciado de vehículos y de personas. Para la época de calor siendo distintivo la migración de meridanos y de otras comunidades del interior del estado, las playas empiezan a ser vacías.

Es una parálisis en una entidad que sustenta su economía en el sector servicios, en el turismo y en la informalidad. Lo que sin duda ya es preocupación para miles de yucatecos que ven en peligro las fuentes de ingreso económico. Lamentablemente ya se generó un daño colateral con el suicidio de un albañil que optó por esa vía al suspenderse la obra en la cual trabajaba.

Esto no debe pasar por desapercibido por el gobierno. Ya que la contingencia sanitaria que es importante atender por el aseguramiento de la integridad física de los ciudadanos, es mucho más necesario en estos momentos no descuidar el tema económico y la crisis que de manera invariable ya nos empieza afectar y las consecuencias seguirán por varios meses en un escenario optimista, ya que al ser global el problema, la vida económica de todo el planeta invariablemente será modificada en gran medida.

En una platica en un hilo de conversación en el Facebook ante el post de felicitación emitida a favor del gobierno y sus medidas, se me hace el cuestionamiento de que sería lo más importante de salvar primero, a la familia o a un auto. Es claro que en la lógica del ciudadano lo primero que se piensa es en salvar a la familia. Sin embargo, entendiendo a fondo qué es un gobierno, la lógica es diferente. Porque aun cuando es importante como siempre el cuidado de las familias, un gobierno también debe establecer los mecanismos e instrumentos que garanticen la conservación del auto.

¿Cuál es la razón?

Muy simple. El ejercicio de la autoridad, de la coacción y del cuidado del interés general es obligación constitucional, política y social del gobierno.

Los políticos, en un sistema democrático, fueron elegidos para liderar los esfuerzos de la sociedad en la satisfacción de las necesidades comunes.


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.