En días pasados, la derechohabiente del ISSSTE E.S.D acudió a consulta general en la Unidad Médica Familiar de Lindavista de la cual se determinó que sería canalizada al especialista. Sin embargo, ese día no había agenda para el trámite de la cita correspondiente con el ortopedista que se encuentra en la misma unidad médica. Para ello, la convocaron para el día de hoy con la posibilidad de acudir en dos horarios diferentes tal y como se evidencia en la siguiente imagen.

Al acudir hoy para agendar la cita en el horario de la tarde, el que atiende el filtró sanitario en la puerta del nosocomio no la dejó ingresar a cumplir con el trámite porque según afirmó no llegó nadie al módulo de citas de la unidad médica para atender a los derechohabientes así convocados. Por la preocupación de la derechohabiente por el inconveniente de perder la cita y tener que reiniciar todo el proceso que se requiere, el que la atendió le sugirió regresar el día de mañana. Claro sin poder dar certeza de que las personas lleguen y el módulo de citas realmente este abierto. No se le permitió el acceso a la unidad médica ni para hablar con alguien de la dirección que le permita dar una respuesta a este inconveniente.

La molestia fue evidente. Más cuando hay dos factores importantes a considerar. La derechohabiente tiene su vivienda hasta el fraccionamiento Los Héroes, lo que implica cruzar por completo la ciudad para ir a solamente a sacar una cita, de nuevo. No hay ninguna opción que pueda hacerse el trámite de forma on line, o por lo menos, vía telefónica. Una situación que tampoco se puede entender cuando se insiste en que la gente permanezca en casa por la cuarentena y el aumento de más contagio de Covid-19 en las últimas 24 horas.

Por tal motivo tomó la decisión de quejarse de manera institucional y acudir a la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Al llegar al edificio de la CNDH la encontró cerrada. Una persona que se supone es un guardia señaló un letrero que está pegado en la puerta y que da a conocer tres números telefónicos para asesoría. Uno nacional con marcación inicial 800, otro local y un tercero celular. El horario de atención se delimita de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Por estar dentro de ese horario (4:20 pm) se procedió a realizar las llamadas.

El número celular 9992 773947 responde la grabación para decir que el número ya no se encuentra o está suspendido su servicio. Lo que se especula que no se pagado y por ello ya no es operativo.

En los otros números, el local 999 9421888 en la extensión 3101 después de los tonos de que el número no está ocupado, la llamada es desviada a un buzón. Es decir, NO HAY NADIE QUE CONTESTE. Se hizo tres llamadas y fue el mismo resultado. Se dejo un mensaje y después de dejo horas nadie se comunicó al número proporcionado como referencia en la grabación.

El otro número nacional 800 822 54 34 lo mismo. Aún cuando se solicitó la asistencia de una operadora, en tres llamadas se desvió a un buzón.

Es decir, que hoy la COMISIÓN NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS ya no cuenta con la infraestructura de comunicación al no poder pagar los celulares y el confinamiento si lo toman muy en serio porque NO HAY NADIE QUE PUEDA AYUDAR Y ASESORAR A LOS CIUDADANOS. Con ello se deja en desamparo y la merced de cualquier abuso de la autoridad.

Ante este escenario, aún con la conciencia de que el tema de la denegación de servicios es de una institución federal se acudió al edificio de la COMISIÓN ESTATAL DE DERECHOS HUMANOS (CODHEY) con la intención de contar no solo con la asesoría sino con la posibilidad que la queja se pueda levantar para dejar constancia de circunstancia y tiempo de la VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS QUE ESTÁ INCURRIENDO EL ISSSTE que como instituto debería levantar y canalizar ante la representación estatal de la CNDH. Pero también está cerrada con números telefónicos para ser atendidos.

Esto nos lleva a realizar una serie de cuestionamientos importantes y esenciales.

¿Por qué existe una ineficiencia administrativa en la unidad del ISSSTE de Lindavista que no puede garantizar que el módulo de cita cumpla con su función y en los tiempos que ellos mismo establecen y no cause un evidente perjuicio en los derechoshabientes que fueron convocados para la realización de un trámite?

¿Esa es la manera en cómo la dirección del ISSSTE de Lindavista, encabezada por el Dr. Ariel Padilla, ofrece servicios de calidad?

Sobre las comisiones de Derechos Humanos nacional y estatal

¿No debería, por lo menos, mantenerse una guardia para atender las posibles quejas de violaciones de derechos humanos a los cuales puede estar expuestos los ciudadanos?

¿Los Derechos Humanos ya dejaron, por lo tanto, de ser esenciales para este gobierno de la Cuarta Transformación?

¿Por qué no hay nadie para que contestar en los números y dentro de horario que ellos mismos establecen?

Hoy los ciudadanos, los que conforman ese pueblo bueno y sabio, sufren de un total desamparo, a la merced de abusos de autoridad no solamente dentro de un régimen de gobierno, sino también, en el contexto de una pandemia y emergencia sanitaria que ha ocasionado graves violaciones de Derechos Humanos y que no pueden encontrar de manera rápida y expedita la asesoría para saber como defenderse ante ellos.


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