El primer cambio de fechas fue aprobado por el Consejo Universitario.

La decisión de posponer el proceso de manera indefinida no sabemos quién la tomó.

 

El pasado 9 de julio, en un comunicado que publicamos en este espacio con el título Fijan fechas para exámenes de admisión a la UADY, la máxima casa de estudio de Yucatán dio a conocer que: En sesión extraordinaria del XVIII Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) se confirmaron las fechas para la aplicación de los exámenes de ingreso a los niveles de bachillerato, licenciatura y posgrado para el ciclo escolar 2020-2021.

En el texto describía que la aplicación del EXANI I y EXANI II de ingreso a las preparatorias y a las licenciaturas se haría de forma presencial en las sedes de la Universidad en una primera etapa que se efectuaría el jueves 13 de agosto y que la segunda sesión sería de manera virtual, mediante el servicio de “Examen desde casa“, que es la nueva alternativa que ofrece el Ceneval.

Sin embargo, el día 24 de julio se emitió un nuevo comunicado donde daba a conocer la decisión de posponer de manera indefinida los exámenes de ingreso “…hasta que las condiciones sanitarias lo permitan, de acuerdo con las disposiciones de los gobiernos estatal y federal.”

Lo que llama la atención que este segundo aviso es que no contó con el dato de cuál fue la autoridad universitaria que toma la responsabilidad de la decisión. En el primer caso, fue el Consejo Universitario, la máxima autoridad de gobierno de la universidad, quien ya había reconsiderado los procedimientos y calendarizado la aplicación de las pruebas de admisión que posteriormente; pero alguien sin saber quién, los pospuso de manera indefinida hasta que las condiciones sanitarias lo permitan. No sabemos si fue el rector, la dirección académica, administrativa. ¿Quién tomo la decisión, por encima de los acuerdos del Consejo Universitario? ¿Estuvieron enterados los miembros del Consejo Universitario?

La página de ingreso a licenciaturas (https://www.ingreso.uady.mx/licenciatura/#!) ni siquiera está actualizada con la información del nuevo comunicado, lo que desde una retrospectiva abre al sospechosismo de la legalidad, viabilidad y pertinencia de la decisión que recibimos por el correo oficial de comunicación social de la UADY.

Hoy ya sabemos que el curso escolar iniciará el próximo 24 de agosto según lo anunciado por el presidente López Obrador. En el transcurso de estos días se va aclarando el panorama y las instituciones de educación superior dependientes de la Secretaría de Educación Pública ya tienen calendarios para la aplicación de pruebas de selección con los protocolos sanitarios necesarios y supervisados por la secretaría de salud.

Por lo cual hay que hacer el cuestionamiento ¿qué decisión va a tomar la UADY? ¿Mantendrá su suspensión con el atraso para que los aspirantes sepan si tiene un lugar o no para el próximo curso escolar?

En nuestro contexto la UADY es la máxima casa de estudios y la institución que cuenta con una sobredemanda de aspirantes para introducirse a los estudios de preparatoria y de educación superior. Este proceso resulta definitivo para que las familias yucatecas tomen decisiones dependiendo de los resultados. Lo anterior de manera muy especial para los alumnos que no consiguen un lugar en preparatoria o licenciaturas y que aún aspiran a continuar sus estudios y por lo tanto tienen que analizar otras alternativas de educación.

Mucho está en juego, no solamente las aspiraciones de educación superior de cientos de jóvenes yucatecos como bien apuntó en días pasado nuestro Director General de Mi Punto de Vista con la editorial UADY afecta a estudiantes, al suspender examen de nuevo ingreso; sino que los efectos se extiende a todo el sistema de educación de media superior y superior de Yucatán al depender las instituciones, sobre todo privadas, de los resultados que se obtienen en ese proceso y el derecho legítimo de los estudiantes para contar con un espacio, público o privado, para continuar con sus estudios.

Aunque la UADY cuenta con autonomía universitaria y según lo establecido por las autoridades federales las instituciones de educación superior que cuentan con ese derecho constitucional pueden establecer sus propios calendarios de actividades académicas, resulta no deseable para las familias y la economía de Yucatán que la UADY se sustraiga de estas nuevas disposiciones federales y no aplique, con los protocolos sanitarios, los procedimientos para subsanar el proceso de selección y admisión.

 

 

 


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