Recibí un mensaje por Whatsapp el martes pasado que decía “Detuvieron a Elba Esther Gordillo”. Al principio no lo creí y me obligó a llamar a mi interlocutor y cuestionar la fuente y veracidad del comentario. Confirmada la nota y corroborada por las publicaciones en las redes sociales y sistemas web de noticias, inició el ejercicio mental de buscar la claridad y el entendimiento de este hecho inusitado e importante por su trascendencia histórica y política.
Debo confesar que para esta ocasión tenía pensado abordar un análisis sobre la Reforma Educativa que recientemente fue promulgada. Es claro que la prioridad en el análisis ha cambiado. La noticia, por si misma, es sorprendente e inesperada. Hay varios frentes y connotaciones importantes para considerar la trascendencia de la medida de detener, y acabar con ello, con el liderazgo de Elba Esther Gordillo, a quien se le ha acusado de ser responsable de los males que aquejan al sistema educativo nacional.
Obligadamente este hecho nos remite a la historia de “La Quina”. Del líder petrolero que soportó el embate de dos presidentes para tumbarlo, hasta que por la necesidad de legitimar Carlos Salinas de Gortari su presidencia por el fantasma de la caída del sistema, terminó en la cárcel. No ha faltado quien afirme que estamos en igualdad de circunstancias. Peña Nieto, siguiendo el argumento, está utilizando este hecho para legitimarse ante la sociedad.
Sin embargo, hay condiciones política muy diferentes. Peña Nieto tiene la legitimidad legal de un ejercicio de elección que ya fue calificado y avalado jurídicamente, sin caída del sistema electoral y una diferencia de millones de votos emitidos. Que para algunos no les parezca el triunfo por ser los perdedores, es otra cosa que es ajena a los procesos políticos actuales que se sustentan con la ley y se respeta el voto de los mexicanos. Con las acciones del Pacto por México las fuerzas e instituciones políticas del país han establecido la base de la negociación política para sacar adelante lo que la nación necesita. Esa es una legitimación de facto y con altura política. No era imprescindible llevar a la cárcel a una figura popularmente cuestionada por corrupción con lo es Elba Esther Gordillo para lograr el propósito de la legitimación de Peña Nieto.
Es un hecho que el SNTE ha tenido un discurso ambiguo con respecto a los cambios que se desarrollarán a partir de la reforma educativa. Por un lado se dicen comprometidos por elevar la calidad educativa del país, pero al mismo tiempo se niega a que los maestros sean evaluados. Pero tampoco tal posición política del SNTE es suficiente como para emprender una cruzada legal contra la líder vitalicia del sindicato magisterial.
¿Qué el paso a Elba Esther Gordillo?
Es muy claro que el poder absoluto marea, embrutece el alma y nos hace perder el sentido de la realidad. Elba Esther Gordillo cae dentro de esta lógica consecuente de muchos años de ser quien decidía los destinos de la educación en el país.
Me quedaba claro, y así lo iba a manifestar originalmente que se me hacía absurdo que se diga que el Estado debía recuperar la rectoría de la educación en el país, ya que desde un punto de vista netamente constitucional, en el texto del Artículo Tercero se establece que es el Estado – con sus tres niveles de gobierno federal, estatal y municipal – quien toma las decisiones en materia educativa. Es decir, la rectoría del Estado en materia educativa siempre la ha tenido. Decir que ahora se quiere recuperar es reconocer que se había incumplido con un mandato constitucional.
¿Elba Esther Gordillo es la culpable? – surge ese cuestionamiento que mucho tendríamos que decir y argumentar, algunos a favor y otros en contra.
Es también evidente que un estudio y análisis de inteligencia financiera que hoy sustenta la acusación de la malversación de fondos no fue una tarea de un día para otro. Se nota un trabajo fino, profesional y jurídicamente motivado y fundamentado. Hay maestros que ahora entienden el por qué se les exigió firmar en blanco un supuesto amparo laboral que nunca vieron y hasta ahora desconocen su existencia. ¿No será acaso que van a usar esas firmas para manifestar su apoyo a Gordillo?
Al momento de escribir esta colaboración para La Revista Peninsular ya han pasado 12 horas de la detención. Supuestamente la señora Gordillo se dirigía a Guadalajara a una reunión sindical. Hasta el momento no se conoce un manifiesta o posición de la organización sindical ante esta detención. ¿Será que le están aplicando a Elba Esther la regla del abandono político? No pasemos por alto que en la acusación se ha informado que el dinero para cirugías estéticas, compras de arte, de bienes inmobiliarios y tarjetazos millonarios en tiendas de lujo pertenecía a las cuotas retenidas de los trabajadores a favor del sindicato. En otras palabras, fue dinero de los maestros que se ha utilizado para el beneficio personal e enriquecimiento, que es ilícito, de la dirigente sindical. Luego entonces ¿estarán los maestros en la disposición de apoyar incondicionalmente a la dirigente caída y acusada de disponer del dinero de los trabajadores?
Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.
