En primera instancia le mando un saludo cordial y la siempre solidaridad por la lamentable muerte de su hija Emma Gabriela Molina Canto. Un hecho que nos movió a la sociedad a la reflexión sobre un tema sensible y muy actual: el maltrato y la violencia contra las mujeres y el extremo del feminicidio.

Usted con su reclamo movió muchas almas. Algunos se sintieron comprometidos a solidarizarse y apoyar junto con usted el reclamo de justicia y el castigo a quienes cometieron tan horrendo crimen. Aquí no hay lugar desgraciadamente a una reparación del daño, la vida es única y es irreparable. Posiblemente si las señales de violencia hubieran sido escuchadas con tiempo por la sociedad y las autoridades se pudieron prevenir varias situaciones o el lamentable hecho que le quito la vida a su hija.

En estos días nos hemos enterado de otra noticia que tiene que ver con el maltrato a la mujer que ahora involucra a su nuera e hijo. En las notas iniciales se afirmaba que otro hijo de usted y la esposa del mismo había acudido a impedir la detención del presunto agresor que lleva su sangre. Un acontecimiento que nos lleva a exigir una congruencia en cuanto a la condena y la lucha de una mujer valiente, como es usted, en contra de cualquier manifestación de violencia contra las féminas.

Desconozco la realidad y la dinámica familiar de su hijo y su nuera, hoy supuesta víctima de agresión. Es por ello por lo que hay instancias que deben recibir la denuncia e investigar con diligencia los hechos para el deslinde de las responsabilidades. Como sociedad yucateca que estamos ya pendientes de su lucha veíamos a la expectativo su pronunciamiento.

Se entiende que como madre habrá un sentimiento a favor de su hijo. Eso lo podemos entender perfectamente, pero resulta difícil justificar que se le toleré a su vástago una situación de violencia. Pero bueno… en el corazón a veces no es fácil mandar. La razón es algo diferente.

Sorprende, déjame decirle con absoluto respeto, que en primeras palabras recogidas en los medios de comunicación usted descalifique la investigación, que diga que en el expediente no hay señales de golpes para justificar que es ilegal la detención. ¿Acaso desconoce usted que el maltrato de la mujer empieza desde la descalificación, la denostación, lo que se llama violencia moral o psicológica? ¿Qué necesita usted como prueba? ¿Qué existan golpes para decir que hay maltrato?

Usted solicita que la nuera quite la demanda ¿es correcto? ¿es lo conducente para respaldar a una mujer que pide acceso a la justicia?

Afirma como “operador intelectual” a su yerno procesado por la muerte de su hija Emma Gabriela. ¿Hasta en la conducta personal y unilateral de su hijo es influenciado por ese señor?

¿Es cierto que usted ha denunciado a la nuera por robo por supuestamente tomar cosas del domicilio conyugal?

¿No es acaso esto otro intento de violentar a la mujer que tiene una diferencia matrimonial?

Entiendo que sea su hijo. Pero también quisiera recordar que Emma Gabriela fue su hija. Una mujer que supo enfrentarse contra un grupo político poderoso e influyente para salvaguardar la integridad de sus hijos. Y ahí estuvo usted.

De una mujer que fue asesinada por la irreconciliable situación conyugal y que la gran mayoría de la sociedad lamento y reclamo por justicia. Y ahí estuvo usted.

Como una recomendación, sería necesario dejar que su hijo resuelva esta situación. Si no quiere ser cuestionada, mejor ni aparezca. El esfuerzo por erradicar la violencia contra las mujeres no solo debe ser institucional y comprometido sino, ante todo, debe ser congruente.

Que la muerte de su hija no sea en vano. Que ninguna mujer, de ningún lugar o circunstancia, sea maltratada ni se le niegue el acceso a la justicia. Que no se le extorsione con “chicanadas” para pedir lo que en derecho no se puede lograr.

Recuerde, señora… por Emma Gabriela: ¡ninguna mujer más agredida!


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.