Mérida, 12 Nov (Notimex).- Especialistas del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), integrante del Sistema de Centros del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, desarrollan nanofertilizantes que maximizan la producción en campo hasta en 250 por ciento.
El estudio tiene el objetivo de generar alternativas de fertilizantes para los productores agrícolas, así como de reducir el impacto ambiental, económico y de salud, entre otros.
La líder del proyecto, Ileana Echevarría Machado, quien es investigadora de la Unidad de Bioquímica y Biología Molecular de Plantas del CICY, expuso que este proyecto tiene la visión de resolver problemas nacionales e incluso internacionales, como la baja eficiencia en el uso de nutrientes en plantas, los bajos rendimientos en los cultivos, y la seguridad alimentaria, entre otros.
“Necesitamos alimentar a una población que va creciendo cada vez más; los fertilizantes actuales son muy poco eficientes, es decir, del 100 por ciento que se aplica, hasta el 70 por ciento puede ser desaprovechado por la planta, lo que deriva en una contaminación importante, ya sea a la atmósfera (gases de efecto invernadero) o en lixiviados al manto freático”, precisó.
Cabe señalar que este proyecto participó en la mentoría de la Cohorte 2018 del Nodo Binacional de Innovación Sureste (NoBI Sureste), donde bajo la metodología I Corps, un líder investigador, un joven emprendedor y un mentor de negocios descubrieron el potencial de comercialización, en este caso, de una tecnología de nanofertilizantes.
Detalló que en este trabajo multidisciplinario participaron científicos de diversas Unidades del CICY: Bioquímica y Biología Molecular de Plantas, Materiales, Biotecnología y Recursos Naturales.
También reveló que ya se han hecho pruebas para evaluar sus efectos en condiciones de laboratorio e invernadero. Además, también fue analizada su toxicidad en células animales y vegetales, así como para los microorganismos del suelo.
“Nuestro nanofertilizante, en condiciones in vitro, tiene un efecto importante en el crecimiento de las plantas y, de hecho, en condiciones de invernadero se probó que aumenta entre dos y media y tres veces los rendimientos en chile habanero —la hortaliza que se utilizó como método de estudio”, abundó.
Finalmente, destacó las ventajas de esta nueva tecnología: reducción del impacto ambiental, mejora en la producción en 250 por ciento, reducción del uso de fertilizantes importados, también permitiría mayor disponibilidad del fertilizante sin depender de la importación o escasez por los cultivos de ciclo.


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