Decir que Andrés Manuel López Obrador apoyó con sus acciones la Reforma Energética ¿les resulta descabellado?
Revisemos los hechos:
1. Misterioso y hermético resulta el infarto de López Obrador en la semana previa, justo cuando se hacia necesaria la coordinación y logística en la gran movilización que se haría MORENA junto con los demás grupos de las izquierdas y grupos subversivos como los anarquistas y los maestros de la CNTE.
Por más que se hizo una sucesión monárquica fast-track con el hijo de López Obrador en la imposibilidad de estar presente por el supuesto infarto, en la realidad se contó con una raquítica presencia que no llegó a rebasar 250 personas. Nunca existió un peligro en las calles de que las manifestaciones realmente trastocaran el funcionamiento de las cámaras legislativas. Más ruido hicieron los diputados perredistas con el secuestro de la sala de plenos que los que en la calle guardaban esperanzas de la presencia del “pueblo de México” y su evidente y contundente rechazo a la reforma sea una razón de desistimiento para su aprobación.
2. Hoy ha trascendido en la prensa nacional la información de que la minuta que el Senado había aprobado sería turnada a comisiones en la Cámara de Diputados. Sin embargo, el secuestro de la sala de plenos con expulsión de los diputados del PRI, PAN, PVEM y PANAL forzaron a un cambio de estrategia por los coordinadores parlamentarios, que ante la sinrazón y cierre a cualquier otra opción que no sea rechazar imperaba en un sector izquierdista, optaron por dispensar conforme así lo establece el reglamento orgánico de la Cámara de Diputados el trámite y pasarlo directamente al pleno.
3. ¿Tenía sentido hacer esa toma del pleno de la Cámara de Diputados? ¿Valía la pena participar en la sesión donde se sabía que por más que se insistiera políticamente no existía razones para pensar en un resultado diferente?
Hoy no pueden alegar todos los diputados izquierdistas que su presencia, aunque hayan votado, insultado o denostado contra sus opositores, al final sirve para darle un valor político y democrático a la decisión que se tomo. AL final todos fueron escuchados, sin importar que existieran insultos, descalificaciones o hasta desnudos. Una victoria parlamentaria se impone con el número de votos emitidos a favor o en contra, según sea el resultado. Aunque digan hoy que hay una mayoría de pueblo que rechaza las modificaciones, en la práctica real solo queda el argumento en el discurso.
Hoy México está tranquilo. No hay, ni hubo, manifestaciones en otras entidades federativas. No paso esa “mayoría del pueblo” de los senadores y diputados que votaron en favor, de los más o menos 250 personas que hicieron el cerco, y de otros muchos que en las redes acusaban a los demás el no asistir a protestar cuando ellos tampoco fueron.
En Milenio hay un artículo que cuestiona el hecho de la falta de Obrador en esta lucha, “tal vez con su presencia las cosas hubieran sido diferentes” concluyen quienes se dan cuenta que la lucha estaba desde el principio perdida.
Tal vez el inicio de la derrota empezó justo en el momento en que supuestamente Andrés Manuel López Obrador entró, por sus propios pies dicen, a un hospital donde nadie más lo ha visto, no hay evidencia y mucho menos, alguna palabra o comunicado que alentará a sus correligionarios.
En la politica mexicana ¿no hay posibilidad que de que AMLO haya contribuido a que la Reforma Energética se haga una realidad?
¿Habrá sido un complo’?
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