“Las normas socioculturales dañinas, el estigma, los prejuicios y los tabúes que persisten en torno a la menstruación siguen siendo una de las principales causas de exclusión y discriminación de mujeres y niñas”, apuntaron este martes los expertos en un comunicado conjunto emitido en vísperas del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo.

En algunos países, las mujeres o niñas son consideradas “contaminadas e impuras” mientras están menstruando y se les imponen restricciones de todo tipo. No se les permite tocar el agua ni cocinar, no pueden asistir a ceremonias ni sitios religiosos o culturales y no pueden participar en actividades comunitarias. Peor aún, en ciertos lugares ni siquiera pueden entrar a las casas y se les confina a cobertizos donde sufren frío y aislamiento, además de correr el riesgo de contraer enfermedades o sufrir ataques de animales.

Estas prácticas refuerzan el estigma y la vergüenza emanados de los estereotipos que envuelven a la menstruación y que impactan todos los aspectos de la vida y el goce de los derechos humanos de mujeres y niñas.

Los expertos señalaron que a esta situación se suman las dificultades que tienen para conseguir productos e instalaciones de higiene y saneamiento, por lo que muchas veces dejan de ir a la escuela o el trabajo, con las implicaciones que conlleva en el avance de su educación o situación económica.

Estos atropellos socavan el camino hacia la igualdad de género y el ejercicio de sus derechos a la salud, la vivienda, el agua y saneamiento, la educación y el trabajo, entre otros.

Los relatores instaron a los Estados a reconocer que han ignorado la salud y necesidades relacionadas con la menstruación en detrimento del bienestar físico y mental de las mujeres y niñas, que se sienten abandonadas cada vez que llega su periodo, lo que afecta todas las esferas de su vida.

Aunque algunos países han abolido las prácticas discriminatorias e implementado políticas para evitarlas, hay mucha indiferencia de los políticos y legisladores con respecto a los derechos humanos de las mujeres durante su ciclo menstrual y esto debe cambiar ya, apuntaron.

“Se debe hacer mucho más para abordar las necesidades de salud durante la menstruación”, puntualizaron los expertos y conminaron a combatir los mitos e ideas erróneas con amplias campañas educativas que proporcionen información accesible, no prejuiciosa y precisa.

“Los Estados deben tomar medidas transformadoras en cooperación con los organismos de la ONU, las organizaciones de mujeres y los sectores educativo y empresarial”, concluyeron.

Los expertos firmantes: Ivana Radačić, presidenta del Grupo de Trabajo sobre discriminación de la mujer;, Karima Bennoune, relatora especial sobre los derechos culturales; Dainius Pūras, relator especial sobre el derecho a la salud física y mental; Koumbou Boly Barry, relatora especial sobre el derecho a la educación; Léo Heller, relator especial sobre el derecho al agua y saneamiento; Dubravka Šimonovic,relator especial sobre violencia contra la mujer; y Surya Deva, presidente del grupo de trabajo sobre derechos humano, transnacionales y empresas.


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