Las elecciones ya terminaron.

Después de una noche intensa por la forma en como fluyó los resultados en el programa de resultados preliminares y la publicación del conteo rápido el resultado apunta a una victoria del PRI en el Estado de México.

No importa tanto Coahuila, Nayarit o Veracruz. El interés nacional se volcó en el Estado de México. La importancia de ser la elección de Enrique Peña por tratarse de su estado natal y los vínculos, de la política nacional, con el grupo de Atlacomulco, constituyeron factores que hicieron que la atención se centrará en dicha entidad. Así también lo entendió Andrés Manuel López Obrador que le apostó el todo por el todo para salir victorioso en el Estado de México.

Varios puntos son dignos de análisis:

1. El PREP y el conteo rápido dan un triunfo virtual al PRI para el gobierno del Estado de México. Faltará que el próximo miércoles inicie el conteo de votos en los consejos distritales para llegar a la suma final y definitiva del cómputo oficial.

2. ¿Se podía concebir que el PRI sufriera por la delgada diferencia de votos con Morena? Era necesario una ventaja de dos numerales en el porcentaje para eliminar cualquier duda sobre el resultado.

3. Por lo cual, ante el escenario de estar perdiendo y de pronto dar la vuelta y quedarse con una mínima diferencia de apenas dos puntos porcentuales ponen al PRI ante una victoria con mucho sabor de derrota. Valdría la pena precisar que la candidata de Morena, Delfina Gómez, no tenía el peso ni la carrera política como Del Mazo o de Vázquez Mota. Llegar hasta un tercio de votantes con la mano de un partido que compite por primera vez, es de reconocer y analizar la perspectiva política e influencia de Andrés Manuel López Obrador y el hartazgo social que alimenta a un antipriismo que podría ser un factor determinante para el proceso electoral presidencial de 2018.

4. Es claro que el PRI no va a querer soltar el triunfo en el Estado de México. Andrés Manuel López Obrador ahora con Morena, tampoco. Es claro que ambos entienden la importancia en votos y en financiamiento que significa el Estado de México para el 2018.

5. Por la diferencia es claro que viene una lucha política intensa en el reclamo de Andrés Manuel López Obrador en el triunfo de Delfina, en caso de confirmarse en el conteo distrital el triunfo de Del Mazo. Retomará la bandera del voto por voto, casilla y casilla. Una campaña que alimenta el antipriismo, que polariza a la ciudadanía y trastoca la paz y la armonía institucional y social.

La sucesión del 2018 empezó justo en el momento en que se le dio la importancia al proceso electoral del Estado de México. Es por ello que lo ha sucedido y sucederá en los próximos días definirá causas, fines y objetivos, de quienes van a competir en el 2018 por ocupar la silla presidencial. Muy seguramente veremos movilización de Morena, un recrudecimiento y radicalización de su discurso políticos, el resurgimiento de grupo de activistas como el movimiento #yosoy132.

Si tan solo el PRI hubiera superado la barrera de los 10 puntos porcentuales no habría ninguna duda de la elección. Lamentablemente viene un tiempo difícil, porque más allá de que sea cierto o no que el proceso del Estado de México fue una elección de estado, para quienes ven complot y mafia del poder, AMLO tiene una partida ganada.

 

 


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