El hecho es registrado en reportaje especial del periódico La
Jornada publicado el jueves 9 de octubre de 2003 que reseña de manera
muy clara el conflicto que llevó a Ricardo Gutiérrez presentar su
renuncia, el 21 de agosto de 2003, a la presidencia de la Gran
Comisión, exponiendo con ello al estado a la ingobernabilidad.
Todo inicio un 21 de julio de 2001 cuando Patrón Laviada, días
antes de la toma de posesión de su gestión como Titular del Ejectuvio,
criticó duramente a los magistrados del Tribunal de Justicia del Estado
que los calificó como una vergüenza por la aplicación de la justicia en
la entidad.
Pero los ataques continuaron, por lo que los magistrados decidieron
turnar el 10 de diciembre de 2002 un expediente al Senado para demandar
que cesaran las agresiones de Patricio Patrón Laviada. Como respuesta,
el Congreso decidió enviar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación
una controversia constitucional, con el argumento de que el caso
primero debió haberse ventilado en la sede del legislativo local,
convenientemente panista. La SCJN emitió su veredicto el 19 de agosto
contrario a los deseos de los diputados panistas, lo que ocasiona que
Ricardo Gutiérrez presente su renuncia dos días después acusando
presiones de la entonces diputada local Beatriz Zavala, antes que el
Senado emita la recomendación, el 7 de octubre, para que el gobernador
Patrón Laviada, deje de “no entrometerse en la autonomía del Poder
Judicial”. No tuvo más remedio el gobernador en turno de comprometerse
a cumplir dicha recomendación
Hay historias que no se deben olvidar. Mucho más cuando hay en la
actualidad dentro de la clase política de la nuevamente oposición se
dice agraviado por la intolerancia en una expresión de la gobernadora
Ivonne Ortega Pacheco. ¿Acaso se dijeron igualmente ofendidos cuando en
el pasado cercano no solo fueron declaraciones sino actos
deliberadamente provocados que casi llevan a la inestabilidad política
en Yucatán?
“El gobierno de la intolerancia, así debería llamarse este episodio
antidemocrático que vivimos en el Yucatán” afirma Patricia Wong… se ve
que la coordinadora del PAN no sabe de historia, o lo que es lo mismo,
hay cosas que no quieren saber ¿conveniencia?
Para precisar, según el diccionario Océano Práctico, define TESTATUDO como TERCO, OBSTINADO, en otras palabras “que nunca cede”
¿Cuál ha sido el papel de la oposición panista en la construcción
de acuerdos a favor de Yucatán? Solo se les ve siendo el obstáculo con
las críticas, con la descalificación sistemática, sin nada de propuesta
que de condiciones mínimas de diálogo para pensar y decidir por el
desarrollo social y político de Yucatán.
La expresión de la gobernadora se dio en un marco de ejercicio
libre de opinión. Como lo hizo, inicialmente, Patricio hace algunos
años ya reseñado en este artículo. Pero a diferencia, hoy hay respeto a
las instituciones de gobierno por parte del Ejecutivo Estatal. No hay
ninguna acción en contra de la paz y armonía social que pueda alterar
la gobernabilidad de Yucatán. Y como decía mi abuelito, un hombre muy
sabio que sin ser político tenía un gran sentido común, ante una
expresión de esta naturaleza “si no te sientes aludido… mejor déjalo
pasar”
AL CALCE. César Bojórquez tiene un pensamiento más camaleónico.
Emprende una controversia constitucional contra la COMEY, pero cuando
se entera que ya solicitaron los recursos, que como coordinación
metropolitana tiene acceso, ya hizo un pliego de peticiones de a cómo
le debe tocar en el reparto del botín. A esto yo le llamó ser
incongruente, es decir: que no guarda una relación adecuada entre sus
partes, o en otras palabras, que no mantiene una correspondencia lógica
entre las ideas y el comportamiento. Pero nadie de “los críticos”
señala lo anterior.
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