No todos podrán ser atendidos en primera instancia. Para empezar, así
nos lo específico el guía, se podrán atender a 1,000 niños con
problemas de discapacidad neuro-esquelético-motor, la capacidad máxima
en la atención de un solo turno, esperando que pueda extenderse por más
tiempo de acuerdo a la demanda y la aportación económica de los
donantes.
Personas con discapacidad desde nacidos hasta los 18 años gozarán de
instalaciones de primer nivel, con consultorios de todos los
especialistas multidisciplinarios que atenderán las necesidades de
rehabilitación de los niños, con equipos de primer nivel como son el
cuarto de estimulación sensorial que incluye aparatos para motivar la
sensibilidad de todos los sentidos, la alberca para la hidroterapia, de
estimulación temprana, la rehabilitación con los mejores equipos
mecánicos para ello, con la confortabilidad y espacios debidamente
acondicionados para los pacientes. Mención especial un cuarto que
simula las cosas que hay en una casa, para que los niños aprendan a
desplazarse, a usarlos y a ser independiente en sus movimientos. Todo
en un ambiente acogedor y humano.
Lo que más sorprendió fue la invitación a todos las personas
interesadas en conocer como opera el CRIT, solicitando previa cita, el
equipo de voluntariado nos podrá mostrar lo que se hace dentro del
Teletón. Una forma de transperancia y compromiso del CRIT para que las
personas se sientan seguras de cómo se usa el dinero que se dona.
Debo admitir que tengo razones muy especiales para estar, no en
desacuerdo con la atención, pero si en la forma de hacer supuestamente
concientización sobre la discapacidad. En este último punto no se
cambia mi percepción. La lástima y la compasión no son la mejor manera
de crear en la sociedad una mayor aceptación de la realidad del
discapacitado. Menos los mensajes de estas o no estás con el teletón,
que sin querer divide a los mexicanos en dos formas: en los buenos que
si aportan, y por añadidura, aunque nunca se ha dicho pero se deja
entrever, en los malos que no lo hacen.
Estamos en estos momentos ante una situación dificil por la crisis
económica, además, con la limitaciones fiscales para las empresas para
la deducibilidad de las donaciones, el llegar a la meta se hace
difícil. En estos momentos en que escribo esta líneas, hace falta más
de 100 millones de pesos en pocas horas de cerrar las transmisiones del
Teletón.
Desconozco si se logrará la meta. Lo que si es cierto es que la
atención de la discapacidad que hoy hace la Fundación Teletón es
loable. De eso ya no me queda duda. Si por alguna razón no se logra la
meta, ni el mundo, ni el Teletón se acabará. Seguramente se ajustarán
algunos retos y objetivos mientras el mundo retoma el camino, porque la
capacidad de muchos que hoy quisieran donar no lo pueden hacer, no
porque no quieran, sino porque no pueden por ser otras las necesidades
más apremiantes.


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.