Bien
dicen que los partidos políticos son el principal obstáculo para lograr
esa meta esperada. En la partidocracia que se ha fomentado y
consolidado quedan pocos márgenes para la participación ciudadana
efectiva. Resulta muy irónico, por ejemplo, que el partido que más luchó
contra la intolerancia y el control hoy proponga una ley de medios de
comunicación que coarta la libertad de expresión, que busca acotar la
acción de opinión y crítica en medios electrónicos que hoy están
ayudando a fomentar una cultura democrática, sobre todo en los más
jóvenes.

En
esencia, la democracia implica un riesgo: la diversidad en los modos de
pensar. No obstante que también es importante y trascendental para la
evolución social el encuentro en los puntos coincidentes que sumen los
esfuerzos hacia un objetivo en común. Encerrarnos a la no posibilidad de
la búsqueda de consensos es suponer la inmovilidad social, la
incapacidad de evolución política y el estancamiento del beneficio
general.

¿Quién
es el que debe dar la pauta? Definitivamente es el ciudadano, que no
puede ya ser pasible ante el compromiso del cambio. Lo que nos dejo el
fallido intento del 2000 cuando se depositaron en un solo hombre y un
partido la esperanza del mismo, es que ninguna figura política se puede
apropiar de él, ni para discurso de campaña. En la realidad el cambio
está en el empoderamiento de los ciudadanos, en la búsqueda de éstos por
abrir cada día más los canales de comunicación para la generación de la
crítica responsable y propositiva, sin descalificaciones o reducciones
simplistas ante la incapacidad de dar mejores argumentos.

En
Mi Punto de Vista que se transmite por Radio Fórmula (94.5 FM y 650 AM)
conducido por su titular Alejandro López Munguía, en los sábados de
campaña que hemos vivido, se ha demostrado que si hay capacidad de
diálogo entre las fuerzas políticas contrarias. Acuerdos y desacuerdos
tratados con cortesía democrática que impulsa el debate y confrontación
que sirva para la reflexión ciudadana indispensable para tomar una
decisión, elegir a quién se le depositará la confianza para continuar el
camino de la consolidación de la democracia. Un espacio que ha
permitido que las fuerzas del PAN, PRI, PRD, PT y Convergencia en sus
candidatos y presidentes de partido confrontaran sus puntos de vista. En
ocasiones acordando, en otras discrepando… pero siempre con el respeto a
la dignidad y representatividad de cada adversario.

Es
un error pensar que algún día se logrará la cúspide en la democracia.
Ningún proceso social es perfecto, pero si continuamente perfectible. Es
por ello que hay que vanagloriarse y apoyar todos los esfuerzos
encaminados a fomentar el diálogo y debate político de altura.

 AL
CALCE.
Siempre he creído y con mis actos lo he sostenido que la crítica
a lo que uno piensa siempre resulta positiva. En el facebook he
encontrado una plataforma para el intercambio directo entre los
contactos, donde he conocido gente muy interesante e inteligente, así
como también, otros no tanto como uno que otro que no tiene caso
intercambiar nada de información. Somos libres de pensar, como también
de opinar. La primera es intelectual, la segunda ya implica una acción,
que por lo mismo exige una responsabilidad. Quien quiera debatir con
gusto podemos platicar y someter a la crítica nuestros argumentos, pero
soy consciente que ante mi tendré a un adversario que ante todo es una
persona que siente y que cree, que tiene ante todo dignidad a la cual
hay que respetar. Es por ello, que en la correspondencia de ese derecho
al mío de escuchar es que he decidido cortar por lo sano con quien
muestra incapacidad de dirigirse al argumento y se permite insultar a la
persona. ¡En verdad no son expresiones democráticas!
 


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.