Hay que decir que en los tiempos de Patricio Patrón Laviada se tenía todo. Desde la Presidencia Municipal, la mayoría legislativa en el Congreso del Estado y el Gobierno del Estado. Quedaba poco margen para el príismo que había quedado a una mínima expresión, ya ni si siquiera en la sede del PRI, la Casa del Pueblo, se respiraban expectativas positivas.

¿Qué es entonces lo que paso para que se posteriormente se perdiera prácticamente todos los espacios del poder político en Yucatán?

Lo que se sabe a retrospectiva que el gobierno de Patricio Patrón no se distinguió por ser abierto y con contacto directo con la ciudadanía. Sin que nos conste, más de lo que se ha publicado en el mismo Diario de Yucatán, Patricio Patrón lo logró sacudirse del escándalo en la especulación de tierras con  motivo del proyecto Metropolisur. Los dimes y diretes que son parte de las leyendas urbanas y políticas mencionan los negocios bastante lucrativos que hicieron familiares y allegados, que hasta intermediarios para pagar menos por las tierras enmascarados con el procedimiento legal, recibieron buenas comisiones por la compra a menor precio de ejidatarios que cayeron en sus garras merolíticas.

Tampoco se salvó Felipe Calderón Hinojosa de ser señalado y cuestionado cuando el ex gobernador fue nombrado para ser Procurador de la Protección al Medio Ambiente, cuando se ha dudado que no posee los estudios de bachillerato. Como justificación a aquellos señalamientos, en medios nacionales como el Diario El Universal, el ex gobernador se justificó al mencionar que había obtenido más de “50 licenciaturas de la vida” pretendiendo que con ello se le de el voto de confianza para el desempeño del cargo público donde evidentemente esas licenciaturas no constituían el requisito esperado para su eficacia y eficiciencia. Sin que sean claros los motivos, de esta dependencia, renunció. En su anunció se dijó que venía a Yucatán a realizar trabajo político.

¿Mucho amor al panismo como para dejar el cargo de primer nivel federal sólo para hacer proselitismo?… claro, a menos que se tenga suficientes razones para pensar que puede encontrar algo mejor.

Sin embargo, en los círculos panistas se cuestiona el pretender ser el gran tlatoani en las decisiones panistas, imponiendo su voluntad en las decisiones. Ya le falló al PAN cuando no quiso hacer caso de quien debía ser la candidata natural del PAN al Gobierno del Estado en el 2007. La imposición de Xavier Abreu Sierra cuando todos, panistas y no panistas, esperaban que lo sea Ana Rosa Payán, quebró la unidad del partido y provocó el inicio de declive. Si hoy el panismo no se libra de su influencia, sería fácil predecir lo que puede suceder. No se necesitan muchas “licenciaturas de vida” para entenderlo.


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