Entiendo que una tarea fundamental del Estado es la procuración de un clima de justicia y de paz que faciliten la convivencia familiar. Nunca una autoridad debe claudicar en esfuerzos que se orienten a la consecución de la finalidad antes enunciada.

En muchos mexicanos hay incertidumbre y desconfianza en las vías institucionales. Preocupa que los representantes de las instituciones estén más enfocados a defender sus propios planes e intereses, desoyendo a la ciudadanía que percibe que no hay un destino seguro, ni resultados, mucho menos, tranquilidad en las carreteras, calles y ciudades.

La tarea de gobierno también se nutre de la percepción ciudadana. Se dice por principio que la soberanía, es decir, la capacidad de autodeterminación en el poder radica en el pueblo; pero que éste, en la imposibilidad de gobernarse a sí mismo, es que construye instituciones de poder para que desde esa trinchera se hagan valer los derechos y las obligaciones de los ciudadanos. Perdone, sé que resulta ocioso pretender darle una clase de política básica. Es bien sabida su amplia carrera política, primero como militante, después como diputado, representante de partido, su formación a lado de uno de los grandes ideólogos del PAN como lo fue Carlos Castillo Pereza.

Entiendo que su propuesta de seguridad, lo que le queda como un legado de su régimen, sea de mucha importancia para usted. Pero es necesario advertir que para algunas familias, específicamente, a las de 50,000 muchas de ellas sin  que realmente se investigue y fincará responsabilidades penales, no creo que lo vean de igual manera.

Lo más preocupante es que ante el reclamo genuino, dentro del contexto actual del país, demandaron acción contra usted en la Corte Internacional de la Haya por crímenes de lesa humanidad, respondiera que no sólo actuaría contra los demandantes por calumnias y difamación, sino que además mandará, según así lo han puesto algunos medios, a investigarlos.

Es claro que usted cuenta con todos los recursos del Estado para investigar, y posiblemente, encontrar causas para castigar. Sin embargo ¿no estaríamos ante el comportamiento de un Estado Totalitario? ¿En dónde queda el derecho de disentir de las decisiones y acciones de nuestras autoridades?

Es válido que usted conteste conforme a la reglas del Derecho; pero no se vale, usar los recursos del Estado para amedrentar a los opositores. No creo que sea válido ni esté de acuerdo con los valores y principios que sostiene su partido.

Entiendo que se tenga impotencia al no lograr obtener los resultados esperados. Los ciudadanos somos, al final, los que más sufrimos por ello. Por lo que es importante que se construya un mejor diálogo, inclusive con quienes piensan diferente a uno. Esa es la tarea del estadista, que no rehúye de sus responsabilidades, pero también, construye en la coincidencia las oportunidades para que todos salgamos beneficiados.

Ojala se tomará un tiempo de reflexión. Dentro de ésta, en el mayor silencio que sea posible, se de la oportunidad para escuchar a los ciudadanos y a su conciencia. Estoy seguro que tiene usted todo el compromiso de hacer lo mejor para nuestro país.

México quiere paz y tranquilidad, lo que no significa claudicación, pero sí que nuestras autoridades nos escuchen y actúen en consecuencia.

Atentamente

Enrique Vidales Ripoll 

NOTA: Entre a la dirección www.presidencia.gob.mx con la intención de enviar esta carta, sin embargo, al percatarme de que NO SE PUEDE EJERCER EL DERECHO DE PETICIÓN SI NO HAY UN REGISTRO PREVIO DEL USUARIO… lo que se me hace INCORRECTO.

Esta carta tiene firma, la avalaría con mi cuenta de correo electrónico su origen…¿por qué debo registrarme previamente cuando la comunicación por estas vías debe ser fluida?


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.