Cordero desdeña a sus contrincantes panistas, Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel Miranda, para enfocarse y retar a Peña Nieto. Su estrategia parece estar enfocada a aparentar que el único “ching..” por lo cual merece la candidatura, cuando en las diversas encuestas los resultados cada vez son más adversos.
Debería haber alguién que le informe e ilustre lo que es una precampaña, no una campaña política donde estará si es que logra convencer a los panistas de que es el idóneo; a menos, que se utilice la capacidad de decisión presidencial y se consuma el “dedazo oficial”.
En la política hay tiempos y formas. Ni es el tiempo para ver un debate entre panistas y príistas, mucho más cuando en los primeros no hay definido quién es el candidato. Pero bueno, es el grito desesperado para hacerse notar, que no creo que al final le resulte
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