Sin embargo, evidentemente puso en marcha la operación “lavado de manos” para el proceso electoral presidencial ante los contundentes resultados de encuestas que marcan la caída de Josefina Vázquez Mota.
A quien no quiso, no quiere, ni querrá luego de haber arremetido contra su equipo de trabajo
Con el acto, a dos días de iniciar la veda en la publicidad de acciones de gobierno, el Presidente Felipe Calderón intentó hacer señalamientos que refuercen el argumento “que ahora se vive mejor en un país que hace seis años”, donde sólo él y por él mismo se ha logrado los avances en materia económica, de seguridad, salud y otros aspectos de la vida política del país.
Es un mensaje que le envía a Josefina Vázquez Mota, para que no olvide quien manda en el PAN y en el gobierno. Las acusaciones que Josefina hizo contra Alejandra Sota y Genaro García Luna simplemente lo enojaron mucho.
Su mensaje tuvo investidura de discurso propio de despedida. Mucho más ante el pronóstico de una derrota anunciada. Un discurso que no convenció, ni sedujo en su planteamiento central. ¿Acaso será por estar solamente rodeado de puros burócratas en horas precisamente que son labores?
Con esto el presidente se ha desmarcado de Josefina y ante su derrota vaticinada del 1 de julio próximo, envía otro mensaje al PAN y a sus simpatizantes, va por el congreso, allí donde sabe que las cosas se “amarran” para futuras oportunidades de acción política.
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