En el ejercicio de análisis que nos lleve a la comprensión del entorno siempre hay dos niveles, por un lado la simple apariencia o forma que es perceptible a los sentidos; y por otro, la construcción de la percepción que generamos desde la mente racional desde la cual se consolida el contenido de las ideas.
De este modo, y sin pretender asumir una posición netamente doctrinal o filosófica que canse al lector, la explicación anterior sólo intenta ser un fundamento teórico de lo que significa hacer en la práctica el análisis político.
Habrá quienes informen, que como parte esencial del periodismo, cubren la necesidad de contar una historia que se resguarde para la memoria colectiva de una sociedad. También existen los cronistas que tienen la tarea esencia de resguardar el relato escrito que fotografíe los hechos cotidianos a los que se enfrenta una sociedad.
Pero también hay otros que tiene una tarea diferente para la generación de la conciencia colectiva. Los que no se conforman con ser simples espectadores de la realidad que se desarrolla ante sus ojos. Estos desentrañan una realidad objetiva sin dejar de ser lo que son, lo que piensan y creen.
Por lo que ¿se les puede exigir imparcialidad cuando el ser es pensante, de naturaleza variable y flexible, que construye su valoración a partir de las experiencias propias?
El reto de la comunicación moderna es mucho más complejo y más competitivo, hasta el grado de que ya se diferencia entre medios tradicionales y modernos. La irrupción de la computadora significa lo que años atrás sucedió con la invención de la imprenta que llevo al hombre a revolucionar el mundo de las ideas, sacudirse de los estigmas dogmáticos y de la verdad absoluta.
Ahora, con la facilidad de la tecnología y la apertura de los medios electrónicos, como las redes sociales, nos abren un panorama enriquecedor para conocer la realidad, casi en el mismo instante en que ésta se produce con la capacidad de interactuar con los demás sin importar o no que compartan las mismas opiniones, las ideologías, pensamientos o ideas.
¿Es posible homogenizar a la sociedad ante esa gran diversidad, heterogeneidad y variabilidad tanto en los medios como en los sujetos de la comunicación?
Reconozcamos que desde hace años se dejó de usar el término “medios masivos de comunicación” ya que los medios informativos modernos no masifican, ni producen oleadas a favor de una tendencia. La diversificación de la oferta dentro de cada medio ha producido que los grandes “ismos” sean derrumbados, que al final provoca que el conocimiento se tan flexible que permita que una persona puede pensar algo un día, y mañana, otra cosa; sin que por ello, deje de ser lo que es y lo que piensa en esencia.
Lo que estamos viviendo en México hoy con la expresión de jóvenes que abogan por la imparcialidad de los medios, lo que se busca es precisamente la masificación y homogenización de los contenidos en los medios de comunicación. Sin embargo tal visión no corresponde con la evolución global que apunta hacia el liberalismo en los medios que lleve a cada uno de éstos a ser actores de la vida política, así como también, de la elección del ciudadano a vivir la libertad de elegir hasta lo que quiere escuchar y observar. En un mundo tecnológico los medios para ejercer esa libertad de expresión, de opinión y de elección están al alcance de todos nosotros.
Un caso digno de analizar es lo que sucedió en Irán hace algunos años. Cuando en últimas elecciones ante la imposición del fundamentalismo musulmán, en la juventud se sentían tiempos de libertad que se oponían a los contenidos de la medios de comunicación oficial de la República Islámica. Esos jóvenes aprovecharon cuento recurso tecnológico tenían a disposición, desde teléfonos celulares, fotos digitales y blogs transmitidos desde PC proxis traspasaron las barreras de seguridad del gobierno. Así el mundo supo de lo que en las calles sucedía. Al final las cosas no cambiaron, ya que se impuso la represión en Irán, pero no así la lección al mundo entero del gran poder que hoy los jóvenes pueden tener en las redes sociales: que usadas con inteligencia, astucia y mucha creatividad.
AL CALCE. Aunque usted no lo crea, mi interrupción en los medios del análisis social y político surgieron de mi interés de decir lo que pienso… ¿por qué ahora se pretende exigir que dejemos de escribir lo que pensamos, sólo por la simple suposición de estar vendidos? ¿No es eso un atentado a mi libertad de expresión?
Creo y estoy convencido en la lucha por la libertad de expresión, siempre con respeto hacia la persona. No es admisible utilizar ese sacramental y fundamental derecho de la sociedad en un argumento para validar insultar y denostar contra persona, aún cuando ésta sea diferente a la forma de pensar de uno mismo.
Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.