Al llegar a nuestro país, primero con TVAzteca que primeramente la cobija en su emigración, por no decir expulsión de Perú, la presunción de mentira en sus programas la acompaña y se mantiene cuando emigra hasta la televisora de San Ángel, transición que no estuvo exenta de especulaciones y escándalo.

¿Realmente podemos decir que el programa de Laura es benéfico para la sociedad mexicana?

Contra lo que ella misma pudiera decir o argumentar, así como de sus fans o seguidores, es claro que el programa no tiene una aportación real para entender y comprender la magnitud de los problemas que ahí se presentan, ya que no se busca fehacientemente crear conciencia social, sino exponer ante la sociedad los sujetos, especialmente a los “desgraciados” para exaltar el morbo de quienes lo presencian en el foro o lo escuchan en televisión. No hay acción reflexiva que permita ahondar más allá de la simple forma la complejidad de los problemas.

Además llama la atención que en muchos casos, cuando el programa es conocido por de vox populi la dinámica que desenmascara a los “desgraciados” con sus dobles vidas, amantes y demás actos que podrían catalogarse criminales esos sujetos acudan a una emisión en cadena nacional los sujetos para ventilar los “trapitos sucios”.

Para darle un mayor dramatismo, con todos los efectos y la pirotecnia televisiva, es claro, que la realidad queda supeditada al montaje escénico que no necesariamente es un reflejo de la realidad y sólo le interesa vender y pisotear la dignidad de las personas.

El 12 de junio la conductora peruana amenaza a todos aquellos que la critican y publican en contra de ella que “demandará” ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos actos de discriminación, pero que en realidad demuestra con esta acción su ignorancia en el sistema jurídico mexicano, ya que ante dicha institución no se presentan demandas, sino quejas de ciudadanos que van en contra de alguna autoridad por actos violatorios de las garantías individuales establecidas en la Constitución. No procede la “demanda de un particular” contra actos de “otro particular”, ya que en el sistema jurídico mexicano es muy claro que hay autoridades competentes en materias penal o civil para atender y solucionar, de acuerdo al propio ámbito legal, las diferencias entre particulares.

No pongo en duda, tal y como ella dice, su conocimiento jurídico al decirse doctora en derecho. Sin embargo es claro que desconoce la legislación mexicana, así como un abogado mexicano, común o cualquiera, desconocería las leyes del Perú; porque los marcos jurídicos son diferentes en todos los países, ya que obedecen a la adaptación jurídica del derecho a los usos y costumbres culturales.

Es por ello que no se justicia que la conductora pretenda hacernos creer que en nuestro país puede ejercer el derecho, tal y como supuestamente lo da a entender en su programa. Para ello, tendría que estudiar el marco jurídico, y en su caso, de contar con la autorización migratoria que le permita ejercer la abogacía en nuestro país como una actividad laboral. No dudamos, ya que sería una omisión grave del Instituto de Migración, que tenga el permiso para la conducción de un programa. Pero de eso a ejercer el derecho, ya son dos cosas diferentes.

El que es abogado sabe que la única instancia que puede juzgar la culpabilidad de un individuo es un juez, los particulares no estamos facultados para ello. Cuando fue el caso de Kalimba que denunciado por supuesta violación sexual, no tuvo miramientos para irse contra el cantante, apoyando lo que al final fue la mentira y el chantaje. ¿En dónde quedo entonces el trabajo profesional y valioso de sus investigadores? Según sepa, ella nunca pidió disculpas cuando se dio a conocer que jurídicamente el cantante no era responsable de delito alguno. Pero a ella lo único que le importó era el rating que daba otorgarle entrevistas a la recurrió a la mentira para fines personales. Eso si vende, la verdad, no.

Otra de las grandes mentiras de Laura es pretender que por ella se otorga la ayuda o asistencia social que otorga durante la emisión del programa. La verdad, así se deja entrever en el mismo, que dichos apoyos están mediados por Fundación Televisa, que como parte de la empresa ha encontrado en Laura un medio para hacer llegar esa ayuda; pero que en muchos casos pareciera que es más un pago por participar en las emisiones.

Es claro que el caso que hoy la emisión de Laura no deja de ser una oportunidad de entretenimiento que mezcla la realidad con la creación ficticia propia de la televisión. De ahí a considerar que Laura es la salvadora de México, como ella quiere vender como imagen, hay un gran trecho que difícilmente se logre acortar.

AL CALCE. He ejercido de forma integra, respetuosa y con argumentos mi libertad de pensar y opinar, fundamentando mi actuar en el Artículo 7o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.. Si al final afirmó que Laura es la distorsión barata de la televisión mexicana… es sólo mi opinión.


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.