El pasado viernes 23 realice la llamada al servicio técnico de prodigy infinitum para reportar cortes que tenía en la conexión de mi servicio. Después de cumplir con las indicaciones emitidas por teléfono se levantó un reporte para que atiendan el problema el servicio técnico. Me dieron 72 horas hábiles para darle una solución. Vencido el tiempo, el miércoles por la noche la situación había empeorado, definitivamente ya no había servicio, y por lo más interesante es que al reportar la situación nuevamente resultó que yo era el “mentiroso” ya que el sistema decía que ya había sido solucionado el problema. Por mi insistencia se levantó otro reporte con 24 horas para que se atendido. Al pasar ese tiempo, el jueves por la noche vuelvo a llamar y me indican que nada pueden hacer que sólo pasar el reporte y esperar. Inútil pedir una comunicación directa con el equipo de soporte técnico. La empresa de comunicación de México resulta ser la más incomunicada por el filtro del 01-800 que monopoliza sin que los clientes tengan formas de hacer negociar con quienes realmente están involucrados en un problema. Ni siquiera aceptaban que se levantará una queja por la falta de servicio y de atención.

El viernes fue el colmo. En tres llamadas en diferentes momentos del día, nunca tenía una respuesta efectiva. No quedo otro remedio, como si fuese cualquier otra dependencia de gobierno burócrata, tuve que acudir al influyentismo con amigos que trabajan en la companía que enterados de la situación se mostraron extrañados de que el problema llegará a los 7 días sin respuesta. Los estándares de calidad del servicio técnico de la zona de Pacaptún quedaron en entredicho y lo peor la confabulación entre el personal, ya que resulta por más inexplicable que la comunicación no fluyera de forma adecuada.

Para constancia de los hechos, desde el primer reporte había dejado el número de celular y el horario para que el técnico, si hubiera necesidad, de acudir al domicilio para resolver la situación.

Sin embargo, el sistema no confiable, un técnico que afirmó que lo había ya reparado, una incompetencia en el servicio técnico y la necesidad del influyentismo es lo que hoy caracteriza a la empresa líder de comunicación en México.

No podemos pasar por alto que gracias a esta compañía telefónica Carlos Slim se ha convertido en uno de los hombres más ricos del mundo, que también se le ha acusado de obstaculizar el libre desarrollo de la telecomunicación telefónica, y que además, no paga realmente el importe total de sus impuestos.

Sólo por las llamadas a los amigos la conexión regresó, sin embargo, la confianza necesaria en una relación empresa-cliente para la prestación de un servicio quedo fracturada, por lo que la solución final ha sido cambiar de compañía y darle de baja al deplorable servicio de internet de Telmex.

Hasta el momento de escribir esta nota no he recibido llamada alguna, por lo menos para pedir una disculpa; o en el caso específico de haber hecho la amenaza de cancelar si no se reponía el servicio, un elemental servicio de cliente de una empresa de calidad no se daría el lujo de perder un cliente por la incompetencia de un departamento. Sin embargo, tal parece que a Telmex eso no le importa, ni quedar bien ni garantizar el buen servicio y la excelente relación con los clientes.

Vale la pena hacer notar que está fue la segunda vez. Hace algunos meses, igualmente con otro problema en la conexión de internet y la falta de solución a éste, acudí hasta las oficinas de Buenavista y me informaron que el técnico había reportado que acudió a mi domicilio a revisar el problema, lo que evidentemente no era cierto. Una vez se pasa, la segunda, se actúa. No hay lugar a una tercera vez, ya que está realmente sería una estupidez tolerarla.


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