Sin embargo había serias dudas de que los avances sociales conseguidos a lo largo de la historia se vieran interrumpidos por una visión más empresarial que ha caracterizado los 12 años de gobierno panistas. De este modo la seguridad jurídica que surge de la relación laboral al igual como el derecho a huelga y el acceso a los beneficios de la justicia como la seguridad social y de la vivienda, preocupaban a la clase trabajadora.

Por ello la oposición de fuerzas de trabajadores y de organizaciones sindicales a la propuesta presentada por el Ejecutivo Federal, ya que ponía en riesgo la visión social del trabajo.

Hoy las cosas parecen cambiar hacia un panorama más esperanzador. El cambio que el electorado promueve con el voto razonado y consciente se enfoca a darle un rumbo diferente a las acciones de gobierno.

Los trabajadores saben que ahora, con la participación más activa en los procesos políticos y sociales, tendrán un camino para hacer valer sus derechos y la prerrogativas que a lo largo de la historia a costado trabajo para que sean reconocidos.

Todavía hay quienes ven mal el camino y rumbo. Sin embargo, parece que se les olvida conscientemente que muchos de los hoy beneficios como lo son la jornada de trabajo, el derecho a la seguridad social en temas delicados como la salud o vivienda, la claridad en cuanto a las reglas para el despido y las obligaciones jurídicas que el patrón debe cumplir en este caso, el derecho a la huelga, la seguridad ante el incumplimiento de los patrones y su responsabilidad en descuidos de la higiene y seguridad social, son parte de una lucha histórica y sindical que ha aportado certidumbre al trabajador mexicano.

También es cierto que los cambios sociales exigen nuevas formas de trabajo que hoy no se contemplan en la ley laboral mexicana. Pero éstas no pueden ser el pretexto para contravenir los avances ya logrados y consolidados.

Es evidente que una de las tareas para la nueva legislatura y gobierno es darle la viabilidad del proyecto de reforma laboral que se adecúe a las nuevas exigencias sociales, sin perder las conquistas sindicales.

AL CALCE. En el caso de Yucatán, el sindicalismo vuelve a ser protagonista en la vida política de la entidad. Llegan al Congreso del Estado los dos representantes del sindicalismo de la CTM, Pedro Oxté Conrado y Luis Echeverría Navarro. Ambos con amplia trayectoria política dentro de la lucha sindical. En el caso de Luis Echeverría es reconocido su trabajo educativo al frente del Centro de Estudios Superiores CTM que ha brindado a la población yucateca un centro educativo con calidad y comprometido en el desarrollo social de la comunidad. Hay experiencia que sin duda constituirá una garantía para el trabajo comprometido y profesional para la próxima legislatura del Estado.


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