hugo-chavez1-620x270Entre los elementos mínimos para ser considerado un país democrático es el cambio de poder por medio de elecciones directas, libres y periódicas sujetándose a las reglas de una Constitución General que de fortaleza a las instituciones.

En los últimos días hemos visto la situación política de Venezuela donde el presidente electo Hugo Chávez, que ganó con cómodo margen en un proceso electoral masivo, al caer enfermo. Como respuesta a su condición de salud, Chávez viajó a la Habana, Cuba, para ser tratado del cáncer. Su operación no salió bien y su situación se agravó impidiendo con ello cumplir el mandato constitucional.

Inclusive se ha llegado a dudar de la posibilidad de que aún se encuentre vivo, a pesar de todos los comunicados que han surgido de quienes hoy ostentan el gobierno venezolano y sus propios familiares. Precisamente en días posteriores algunos presidentes de América Latina intentaron verlo en el hospital, pero no se les dio acceso. Aumentando con ello la especulación sobre la verdadera condición de salud del Chávez.

La toma de protesta de un presidente es un acto de suma importancia para darle fortaleza a la investidura del poder que representa. Es un acto que habilita la facultad para ejercer las acciones de gobierno. Así lo hemos entendido en México, y por derecho consuetudinario, en el mundo entero.

Es claro, entonces, que en Venezuela en estos momentos hay un gobierno que ejecuta acciones ejecutivas en la conducción del país. Un gobierno que ha permitido darle una estabilidad gubernamental en el compromiso que tiene la autoridad con el pueblo y las responsabilidades que deben cumplir con las demás naciones.

Sin embargo no hay jefe de estado, si es que quiere calificarse a Venezuela como un país democrático. Chávez no ha jurado como presidente para un nuevo periodo de gobierno más. Es un gobierno acéfalo que sigue sólo la inercia de sus acciones.

¿Pero que paso con el programa de gobierno chavista?

¿Quién es hoy quien encabeza políticamente los esfuerzos para garantizarle al pueblo lo que este eligió?

La Organización de Estados Americanos se ha dicho respetuosa de las decisiones que tomen las instituciones venezolanas con respecto a esta situación. En el caso de México, con el fundamento de las doctrinas Estrada y Díaz Ordaz sobre política exterior entiende el valor de la no intervención y el respeto irrestricto, sin conceder o no reconocimiento a gobierno, para continuar en firme con las relaciones diplomáticas con un país.

Pero la situación del presidente Chávez de mantenerse a toda costa no es un acto de heroísmo, sino de cultivo a la personalidad de quien no quiere dejar la silla del poder. Lo peor es que las instituciones de la nación se lo permitan.


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