El punto es lo que está sucediendo a partir de que un servidor empezó a seguir la cuenta @UNAM_POLITICA en fechas recientes. En la búsqueda de expansión de usuarios en las redes es más que común que se empiece a seguir cuentas que se acercan al perfil de uno, con la esperanza de que a uno también en reciprocidad los sigan los demás.
Sin saber, sin ser parte, solamente por un interés común se empezó a seguirse recíprocamente. En días pasados recibí el siguiente twitter de la cuenta @selvaz:
“@chanboox @UNAM_POLITICA es spam, es una cuenta exprofeso para
perseguir una mujer, dale unfollow y denuncia spam”
Procedí entonces a entrar a la cuenta de @UNAM_POLITICA y si bien habían muchos twetts no vi un rasgo que se tratará de una cuenta spam. Así se lo hice saber a la interlocutora. A partir de ahí, ha recibido el interés de Selene Vazquez que en su perfil se define como “Periodista, Diputada por Michoacán. Activista desde la izquierda, contra la Impunidad y por las libertades de las personas”
En otro momento de la discusión que se suscita me habla de que en el twitter se ventila lo que es un caso judicial, que debería ser interpretado en los juzgados. En parte con razón, pero también es importante que se ponga claro que uno de los principios penales de la reforma de 2008 es precisamente la publicidad de los casos, lo que permite que desde una perspectiva ciudadana se juzgue la impartición de justicia por el sistema judicial mexicano.
Al parecer se trata de la acusación de Talía Vazquez, al parecer hermana de la diputada local, lo cual justificaría el interés de la legisladora en defender a un familiar y que al parecer involucra a funcionarios de la SEGOB de la administración pasada. Sin embargo es la misma Talía, en pequeña investigación en la red, quien ha dado entrevistas cuyos vídeos están publicados en canal de youtube como la siguiente:
Y por lo que parece el tema es igualmente tratado en en medios de comunicación como el siguiente testimonio:
En una última comunicación por vía twitter la diputada local perredista me dice textualmente:
“@chanboox vuelve a leer la cuenta, todavía dudas de que es una campaña,
revisa a que se dedican, si sigues creyendo entonces eres parte?”
Lo cual me obliga a hacer una precisiones:
1. No considero que por seguir una cuenta necesariamente se tenga que creen en una persona o ser parte de lo que dice. La manera en como interactuamos en el twitter es precisamente siguiendo o no cuentas. No significa con ello que le vas a otorgar una fe incondicional a todos a los que sigues.
2. El tema parece que es tratado en igualdad de circunstancias por ambas partes de un conflicto legal. Si en verdad debería haber discrecionalidad por ser un caso de violación, la víctima no ha escondido la cara, ha ejercido su derecho legítimo de defensa mediática.
3. Si considero arriesgado de que una diputada intente coaccionar de forma burda a un twittero con acusaciones de spam, de acoso a cuentas de terceros, con el argumento: si los sigues es porque crees.
4. En el mundo de las redes sociales hay una libertad para seguir a quien uno quiera, sin que ello signifique un compromiso con quienes hacen y se permiten hacer esa conexión informática. Si están ante la presencia de un delito, entonces se debería proceder contra los dueños de la cuenta en cuestión. Para ello ya se cuenta con los organismos judicial cibernéticos para dar con quienes abusan, agreden o comenten conductas delictivas.
En lo personal no me consta ninguno de los hechos, desconozco los elementos probatorios de ese litigio legal, y honestamente, tampoco me interesan.
Si hay dos cuentas que quieren pelearse, por favor, no me usen como un tercero en discordia. Yo soy solo un navegante en las redes sociales que en ejercicio de mi libertad y voluntad me puedo asociar con quien me pele la regalada gana… y esto sin comprometerme a creer totalmente en mi interlocutor.
Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.
