renan-alcaldeEn estos días se televisa en el canal retro la famosa telenovela de Cuna de Lobos con la magnífica actuación de Maria Rubio en el papel de Catalina Creel, todopoderosa jerarca de la familia Larios que por la inteligencia y cuantiosa fortuna es capaz de engañar, manipular y torcer la realidad. Todo para mantener el dominio de su sangre, la conservación del imperio que logró construir sin importar pasar por encima de la vida hasta de sus seres queridos. Sin embargo todo llega a un punto donde la justicia empieza a poner las cosas en su lugar. Las mentiras van poco a poco cayendo, desmoronando toda una estructura que se creía invencible, pero con el poder de la verdad resulta más que frágil. Si dicen que esos melodramas hay reflejo de la vida cotidiana, al final si aceptamos tal premisa.

Veamos el caso de Renán Barrera. Un político que poco a poco fue destacando en el PAN bajo la batuta de uno de los pilares del panismo yucateco en los últimos años. Se destaco como legislador por ser un fuerte opositor de todo lo que olía a PRI en la gestión de Ivonne Ortega Pacheco. No dejo en ese tiempo criticar el supuesto dispendio, el aumento aparente de la deuda pública, los exabruptos – para él – de la gobernadora en los eventos públicos. A pesar de eso se le veía inicialmente un camino meteórico para ser quien encabezará los esfuerzos de recuperar la alcaldía perdida y recuperada por el PRI por Angélica Araujo. Como candidato no desaprovecho criticar a la hoy senadora por abandonar el puesto antes de terminar su gestión.

Sin embargo en su campaña una parte del panismo no lo seguía. Hay quienes abandonaron el barco antes de tiempo bajo el argumento de cierto snobismo en Renán Barrera. Lo acusaban en ese entonces de ser toda una fachada, una simulación de “cara bonita”, de “sonrisa reluciente”. El PAN logró ganar más por un voto antipríista y el efecto del 4 de julio, lo que supo aprovechar electoralmente su candidato – Renán Barrera – y regresar el panismo a la presidencia municipal de Mérida.

Asumido el cargo desde un principio hubo un choque entre los mismos panistas. Otros más, algunos que aún quedaron por amor a la camiseta se desencantaron cuando se dieron cuenta que no era el PAN quien arribaba a la comuna, sino un grupo muy identificado que cierra filas en sí mismos y no deja pasar a nadie más. La evidencia es el caso del Dr. Alfonso Peniche, una cuota política que surge precisamente del 4 de julio y que resulto más que beneficiado por el arrendamiento ilegal de un edificio para convertirla en una ventanilla única innecesaria. Una decisión que le costó medio millón de pesos a la administración en el acondicionamiento de un edificio y 36,000 pesos de renta mensual en un auténtico elefante blanco. Una oficina que no ha servido, ni que servirá seguramente en la nueva administración (dudo que hasta un presidente del PAN haga valer este contrato). Pero que nos costó a los meridanos 864,000 pesos en dos años de renta más el medio millón, la formidable cantidad de casi 1 millón 364 pesos, limpios, sonantes y corrientes al bolsillo del Dr. Peniche. Esto sin considerar el sueldo que percibió como subdirector de salud del ayuntamiento y las consultas que siguió cobrando como doctor en el tiempo que supuestamente trabajaba en la administración pública.

Pero también tenemos el caso de la pepena de basura. El despilfarro de 180 millones de pesos que costó la puesta en operación de la planta de separación y composta donde el propio Renán Barrera reconoce que 500 toneladas de basura no llega hasta ella, lo que provoca una falta de operación óptima y deficiencia en la calidad del servicio. Pero de qué se quejan si el Ayuntamiento, especialmente el director de servicios públicos municipales Roger Echeverría Calero nunca ha intervenido con acciones para acabar ilícita actividad. Nunca se ha sancionado a una empresa. Tengamos en conciencia que la basura en sí misma constituye un lucrativo negocio que ante tanta complacencia de las autoridades se abre el “sospechosísmo” de quién resulta beneficiado de esta actividad prohibida por el reglamento de la ciudad.

Al momento de escribir este artículo corre el rumor de un histórico revés en el caso de las luminarias y el litigio de AB&C Leasing contra la administración. Ya se dice que hay sentencia que obligaría el pago de los 280 millones de pesos del contrato de arrendamiento que de forma unilateral el Ayuntamiento rescindió. Más los intereses moratorios que implica el haber dejado de cumplir con esta obligación contractual. Una cantidad que se une al empréstito de 150 millones que Renán Barrera solicitó al inicio de su gestión, de los cuales solo se reporta el pago de apenas 1 millón de capital más 7 de intereses correspondientes. Que no lo ejerció hasta de 2014, es decir en este último año, por lo cual se desecha el argumento de urgencia con el cual fundamento la solicitud del dinero extraordinario y que el Congreso del Estado de mayoría príista le concedió. La próxima administración heredará entonces una deuda de 429 millones de pesos y toda la carga de intereses ordinarios y moratorios.

El colofón en los últimos días del director de cultura Irving Villafaña, el mismo que llevó obras desnudas – contraviniendo el reglamento de espectáculos de la comuna a la comisaría de Cholul – y que ahora con la justificación de la ironía propia de las fiestas de muertos insulta el dolor de las estudiantes desaparecidos con un twet que afirma “Casual. Aquí jugando con la muerte. No son los desaparecidos de México”. Una frase por demás innecesaria, irrelevante y ofensiva como ironía y sarcasmo en el contexto de lo que está sucediendo en el país, el dolor de una crisis que ha superado lo razonable, que ha encendido las pasiones, y por lo mismo, la mesura y el respeto – más de una autoridad – debe ser principios que nos rijan en los dichos y acciones. Pero en la insensatez de quererse justificar como una ironía válida, sin la capacidad de entender los tiempos y el contexto,  lleva la penitencia. Alguien aconsejo mal al director hoy famoso por esa insensibilidad.

Esto es solo una reseña de lo más significativo. Faltaría hablar de los baches. De los desplantes de Renán con su propio partido como se lo hizo a Raúl Paz a quien nunca le ha reconocido su gestión como diputado en el presupuesto para el recurso económico que concentró en la repavimentación de la calle 60, la que por cierto es de mala calidad.

Al parecer ya se prepara su salida Renán Barrera, lo que antes crítico de Angélica Araujo le urge al alcalde tener una protección legal de fuero. En la incongruencia del panismo que no le importa proteger y otorgar esa protección e impunidad sin duda lo hará diputado plurinonimal. Pero en la evidencia están los hechos.

 

 


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