Sin querer queriendo ya inició la grilla rumbo al 2018. Esto se deriva de las acciones y decisiones que se toman dentro de los partidos políticos, la actividades y declaraciones de los aspirantes a candidatos.
Hagamos un recorrido por las perspectivas de los partidos políticos en la actualidad.
PAN. De acuerdo a la encuesta de Mitosky del mes de febrero el partido blanquiazul se coloca en primer lugar en las preferencias electorales. Hasta el momento se han pronunciado Moreno Valle y Margarita Zavala como aspirantes a la silla presidencial. Otro nombre que se menciona es el presidente del Comité Ejecutivo Nacional Ricardo Anaya, aunque él no ha expresado fehacientemente su intención para contender por la candidatura azul a la presidencia de la república.
El PAN ya fue gobierno. Lo hizo con Vicente Fox que pasó con más pena que gloria por los desatinos e incorrecciones. El sucesor Felipe Calderón resultó un desastre con la lucha frontal contra la delincuencia organizada.
Lo que podría ser motivo de renovada energía, hay panistas que les causa alarma ser considerados como primera opción. Esto les puede conducir a un estado de sobrada soberbia que les conduzca a tomar malas decisiones con resultado final desfavorable.
PRI. Hoy partido de gobierno federal. No hay duda que el Partido Revolucionario Institucional tiene la mejor estructura política y territorial. Es toda una maquinaria que sabe funcionar en tiempos electorales.
Sin embargo, lleva a cuestas la dura carga del hartazgo social ante temas sensibles que tiene que ver con la economía familiar y control político.
El principal error es la falta de comunicación entre el gobierno y la ciudadanía. Los escándalos de la Casa Blanca, la inacción ante los desaparecidos de Ayotzinapa, la falta de contundencia y acciones ante la amenaza de Trump, las fechorías de corrupción de Duarte y otros gobernadores y la incomprensión de las decisiones de gobierno como el gasolinazo son ejemplos de descomposición que en la incomprensión social afectan la imagen de la presidencia.
Lo que produce una caída, según la encuesta citada, de más de tres puntos porcentuales en solo seis meses.
¿Podrá continuar el PRI en la presidencia? Es la pregunta de muchos. Si fuesen hoy las elecciones, el tricolor quedaría en una tercera posición. Por lo cual la cuestión fundamental en estos momentos es como detener la caída. Esto para poder enderezar el camino.
MORENA. Es el partido con el mayor crecimiento. Fundado por Andrés Manuel López Obrador es la plataforma política que llevará al ex priista y ex perredista a una tercera contienda electoral por la presidencia de México. Ahí no hay de otra: AMLO es la figura, el líder, el candidato.
No es un partido que tenga ideología ni principios. Tampoco se le ve una forma de sobrevivencia en caso de que faltará su figura central. No hay democracia interna. Sus candidatos o se eligen por tómbola o son caprichos de su fundador y presidente.
Además, está incorporando en sus filas a algunas figuras que tiempo atrás fueron criticadas por el mismo López Obrador como corruptas, especialmente emanadas del PRI. En la justificación considera el presidente de Morena que la renuncia al PRI corrupto y a sus actos de corrupción es más que válido para lograr el perdón y ser parte del partido de la regeneración de la política en México.
PRD. Es el más castigado. El partido que está en vías de extinción ante la salida de varios cuadros perredistas que emigran hacia MORENA seducidos por López Obrador. En tiempo atrás la confrontación entre las tribus que conforman al partido se consideraba un principal activo. Hoy los conflictos internos causan escisiones que producen bajas y resquebrajan la unidad del partido. Una unidad que se mantenía por el interés de la lucha por el poder por ser la única opción viable para la izquierda.
Hay quienes ya ven la pérdida del registro en algunos estados. De hecho, muchos de sus diputados y senadores han expresado el apoyo a López Obrador sin renunciar al PRD ni a su grupo parlamentario. Ejemplo reciente el caso del senador Miguel Barbosa que fue expulsado por la actual dirigencia nacional al expresar abiertamente el apoyo al tabasqueño.
Queda los demás partidos políticos que diversifican la oferta política sin representar por sí solos una opción real para contender por la presidencia y algunos otros cargos de elección popular. El camino que les queda son las alianzas o coalición con los cuatro partidos principales. Lo negativo es que se pierde la ideología y la propuesta por estar en sumisión de otro partido.
Aunque falta mucho para septiembre cuando arranque oficialmente el proceso del ciclo electoral cuando el INE inicie los trabajos para la logística y organización de las elecciones, es un hecho que hoy en día se calientan motores rumbo a las definiciones políticas para el 2018.
Es claro que se necesitará más que un partido político fuerte.
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