Estudiantes de la Licenciatura en Agroecología cultivan hortalizas de forma diversificada

Mérida, Yucatán, 10 de abril de 2019.- Con el propósito de aprender y poner en práctica los conocimientos adquiridos dentro y fuera del aula, estudiantes voluntarios y junto con otros que realizan su servicio social o prácticas profesionales y que siguen el programa de estudio de la Licenciatura en Agroecología, del Campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias(CCBA) de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), realizan actualmente cultivos diversificados, en el Rancho Hobonil de la Universidad.

El Rancho Hobonil constituye una Unidad Universitaria de Inserción Social muy especial ya que es un lugar donde los visitantes conviven con la naturaleza y consumen lo que se produce, a partir de los trabajos de investigación que desarrollan estudiantes y profesores de esta casa de estudios.

La Unidad está ubicada a 130 km de la ciudad de Mérida, al sur del estado en el municipio de Tzucacab, Yucatán y tiene como prioridad la realización de actividades académicas relacionadas con el desarrollo sostenible de la región; sus características favorecen la realización de investigaciones relacionadas con la naturaleza, la convivencia social y las actividades turísticas.

Los futuros licenciados en Agroecología, sembraron 17 especies de hortalizas, las cuales cultivan de manera simultánea y en una superficie reducida. Gracias al innovador sistema que utilizan se obtiene mayor cantidad de vegetales, los cuales se destinan a la alimentación de los humanos y de animales en el Rancho de Hobonil. Entre los cultivos, encontramos hoy en día remolachas, rábanos, yuca, epazote y colinabos, entre otros de alto valor nutritivo.

Gonzalo Ernesto Pérez Cortés, estudiante de octavo semestre de la Licenciatura en Agroecología, explicó que el sistema de los cultivos diversificados establecido en el Rancho de Hobonil, brinda diversos beneficios; uno de ellos es que las hortalizas crecen en menos tiempo, además que presentan menor incidencia de plagas.

Los estudiantes no utilizan agroquímicos para la eliminación de las plagas; elaboran abonos orgánicos con los residuos de las propias plantas, así como con las excretas de los animales, “es un trabajo fuerte, pero se recompensa es cuando se obtienen productos saludables y de calidad; esto no significa que estemos peleados con el uso de agroquímicos, pero solo se utilizarían como última opción”, afirma.

Por su parte, Jesús Arturo Caamal Maldonado, profesor y coordinador de Licenciatura en Agroecología, comentó que en este proyecto participan alumnos desde el año pasado; los estudiantes realizan sus prácticas profesionales, servicio social y voluntariado.

Trabajar juntamente con la Administración del Rancho Hobonil es fruto de una idea aportada por Alberto Centeno García, recientemente titulado como Licenciado en Agroecología, y sus compañeros Roger Castro Quintal, Yamil Reséndiz, Daniel Cruz Lavadores, Gimer Méndez Valdez y Paola Herrera Cabrera, quienes conformaron la primera generación del proyecto.

Actualmente, continúan el trabajo, con igual entusiasmo, Citlalli Brito, Rita Soberanis Ku, Brittany Ortiz Quijano, Ligia Pool Canul, Jade Villegas Sulub, Gonzalo Pérez Cortés y Jorge Cetina Batún; todos ellos alumnos del 8º semestre de la Licenciatura en Agroecología.

“Es curioso que en esta segunda ocasión la participación de las alumnas haya aumentado; en el primer año solo se contó con una y con cuatro varones; el día de hoy son seis mujeres y dos hombres. Con ello se evidencia que las labores agrícolas, acerca de las cuales, muchas veces la gente piensa que son rudas y aptas solo para los varones, pueden ser desarrolladas por las mujeres a la par que sus compañeros. Es decir, tanto ellas como ellos forman un equipo integrado y eficiente para las labores agrícolas, como lo demuestra también el papel de la mujer en la agricultura en general”, agregó el profesor Jesús Caamal.

“Mi experiencia ha sido buena, dado que hemos aplicado todos los conocimientos adquiridos dentro del aula y, al mismo tiempo, practicamos aquí para continuar desarrollándonos como profesionales; día con día hemos aprendido y obtenido conocimientos, tanto de las personas que aquí laboran como de los maestros que nos han apoyado a todo lo largo de nuestro plan de estudios”, señaló Ligia Pool Canul, una de las estudiantes del grupo.

Rita Soberanis Ku, estudiante voluntaria en este proyecto, declaró al respecto: “participo para aprender más y poner en práctica todo lo aprendido en la Facultad; también para apoyar a la comunidad y dejar nuestro trabajo para el beneficio de los demás”.

El responsable administrativo del lugar, Santos Wilberth Hoil Chacón, enfatizó que el sistema de producción de hortalizas es importante para el Rancho de Hobonil: “Sirve para la preparación de alimentos que tenemos que ofrecer a los visitantes (estudiantes, académicos y viajeros), que visitan la Unidad. Tener estudiantes apoyando este sistema nos garantiza una buena producción”.

En su intervención, Jesús Caamal Maldonado, agradeció, tanto a los responsables del lugar como al antropólogo Santos Hoil, a los doctores Baldomero Solorio y Carlos Echazarreta González, así como a los trabajadores del Rancho, por brindar las facilidades para que los estudiantes vengan a aprender y a practicar lo visto en el aula y en las prácticas de campo; al mismo tiempo, reconoció el compromiso y el profesionalismo de cada uno de los estudiantes que han participado y continúan participando en este valioso proyecto.

Cabe destacar que los estudiantes están implementando un nuevo sistema de cultivo hortícola llamado “Mandala”. Éste se realiza excavando el suelo, para formar camas de siembra de forma circular, lo que permite el cultivo de tubérculos como el camote, la yuca, la jícama y otros similares.

En este sistema de producción, diferente a la horticultura convencional, los círculos concéntricos representan a la naturaleza, que todo lo recicla e integra, de manera que las plantas se apoyen unas a otras, ejerciendo además la función de rompevientos, repelentes de insectos y proveedoras de néctar para la elaboración de miel.

Con La Unidad Universitaria de Inserción Social “Rancho Hobonil”, la UADY fortalece los espacios en los que se promueve el aprendizaje en escenarios reales de los futuros profesionales del campo y se brindan alternativas a los modos de producción nocivos al medio ambiente, a fin de facilitar el camino hacia el logro de los objetivos propuestos por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, propuesta por la ONU.  

Para mayor información y reservaciones comunicarse con el C. P. Gilberto Pool Ucán, al teléfono 9999-947653

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