El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia destacó este jueves que el avance sin freno de la pandemia de coronavirus alrededor del planeta está desbordando los servicios sanitarios y desplazando la mayoría del personal hacia la respuesta contra la enfermedad, interrumpiendo los servicios de inmunización y atención primaria.

“El distanciamiento físico lleva a los padres a tomar la difícil decisión de aplazar la inmunización rutinaria”, destacó la directora ejecutiva UNICEF, Henrietta Fore.

Recordó que con el avance de la pandemia existe la probabilidad de que se interrumpan servicios esenciales como la inmunización, especialmente en África, Asia y Oriente Medio donde son extremadamente necesarios.

“Nos preocupan especialmente países como Afganistán, la República Democrática del Congo, Somalia, Filipinas, Siria y Sudán del Sur que luchan contra brotes de sarampión, cólera o poliomielitis mientras responden a los casos de COVID-19”, resaltó.

Esos brotes no sólo suponen una carga para los servicios de salud, sino que también podrían provocar más pérdidas de vidas y sufrimientos.

“En un momento como el actual, estos países no pueden permitirse el lujo de enfrentarse a nuevos brotes de enfermedades prevenibles mediante vacunación”, dijo.

Fore explicó que UNICEF trabaja para garantizar que los países que lo necesiten dispongan de un suministro adecuado de vacunas, y que se mantiene en contacto con los proveedores mundiales para asegurar que no se interrumpa la producción y se gestione de la mejor manera posible su suministro.

Además, indicó que están prestado un mayor apoyo a los Gobiernos para que continúen el suministro de vacunas durante esta pandemia.

“UNICEF recomienda encarecidamente a todos los Gobiernos que comiencen ahora una planificación rigurosa para reforzar las actividades de inmunización una vez esté bajo control la pandemia de COVID -19. Estas actividades deben centrarse en los niños y niñas que no recibirán las dosis de la vacuna durante este período de interrupción, y priorizar a los niños y niñas más pobres y vulnerables”, destacó.

El COVID-19 tampoco puede parar la educación

Asimismo, ante el cierre global de escuelas que afecta a más del 80% de los estudiantes de todo el mundo y la consiguiente interrupción de su educación, UNICEF destinará inicialmente 13 millones de dólares en apoyo a los Gobiernos de países de 145 de bajos y medios ingresos, y a una amplia gama de socios en el área de la enseñanza, para elaborar planes que permitan una respuesta rápida en todo el sistema educativo.

La iniciativa permitirá preparar programas de aprendizaje alternativos en caso de cierre de escuelas en esos países y ayudará a las escuelas a mantener seguros, tanto a los niños como a sus comunidades, mediante el suministro de información sobre el lavado de manos y otras prácticas de higiene.

Los fondos también contribuirán a apoyar la salud mental de los niños, y a prevenir el estigma y la discriminación alentando a los estudiantes a evitar los estereotipos cuando hablen del virus.

Boletín de prensa


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