Por Ixtlixóchitl López México, 22 May (Notimex).- Con motivo del Día Internacional de la Biodiversidad, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) inauguró el ciclo de videoconferencias “Diálogos Ambientales” que estará disponible hasta el próximo 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente.
El subsecretario de planeación y política ambiental de la dependencia, Arturo Argueta Villamar, recordó que este año la ONU celebra la biodiversidad bajo el lema “Nuestras soluciones están en la naturaleza”, por lo que consideró de suma importancia cuestionar las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza a fin de reconfigurarlas, especialmente en el contexto de la pandemia por COVID-19.
Durante la charla “Biodiversidad como patrimonio biocultural”, el funcionario resaltó que México contiene 10 por ciento de toda la diversidad biológica del planeta, pero también biocultural, pues existen 68 familias lingüísticas y 364 lenguas distintas repartidas a lo largo del país, que a través del tiempo y su relación con la naturaleza han dado origen a un proceso domesticador que comenzó hace nueve mil años y que dotó al mundo de 750 especies domesticadas en mesoamérica.
Sin embargo, indicó, estas tres riquezas biodiversas -la riqueza de la biodiversidad, la cultural lingüística y la riqueza transformada y domesticada- “están ahora fuertemente amenazadas” por la transformación del territorio y cambio de uso de suelo (en 28 por ciento), la deforestación, la expansión de especies invasoras (mil 462), la pérdida de las nativas y la contaminación ambiental.
Argueta Villamar aseguró que el escenario no es más optimista en cuanto a la diversidad cultural, ya que una de cada cinco poblaciones amerindias ha perdido su idioma a la fecha y 26 por ciento de las lenguas de esa cantidad están en riesgo de desaparición, casi de la misma manera que una especie biológica.
Aunque detalló que se trata de una situación a nivel mundial, cuyas tendencias negativas continuarán hasta 2050, de acuerdo con el Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés), afirmó que los especialistas ven una luz al final del túnel en las formas de trabajo y organización que mantienen los pueblos indígenas para revertir la gran destrucción del planeta.
Asimismo, se pronunció por un proyecto de transformación basado en todo lo que forma parte del patrimonio de los mexicanos, incluidos los pueblos indígenas, campesinos y afrodescendientes que “llevaron el peor peso en esta larga noche del neoliberalismo”, y cuyo conocimientos acuamulados
“(Estos saberes tradicionales) son fundamentales e indispensables para entender este nuevo paradigma de la bioculturalidad de la que estamos hablando, es un conjunto cultural que no puede eximirse para el provecho de unos cuantos, ha sido gestado social y colectivamente y así debe ser aprovechado y reapropiado”, expresó.
El funcionario señaló que la Semarnat se ha propuesto “ciudadanizar las decisiones ambientales” y promover la conservación, protección, restauración y aprovechamiento sustentable de la biodiversidad y los ecosistemas, pero considerando la participación de los pueblos y colectividades.
A la par, indicó, existen siete ejes ambientales para la transición, referentes a los temas agroecológicos y pesqueros; de transición hídrica; energética; trans biocultural en términos de relación entre pueblos y biodiversidad; urbano industrial; educativa; ciudadana y de gobernanza ambiental.
Por su parte, la directora general del sector primario y recursos naturales renovables de la Semarnat, Adelita San Vicente Tello, explicó que las comunidades indígenas son poseedoras de una gran variedad de biodiversidad, de la que son despojadas sin recibir ningún beneficio.
Hizo un llamado a dotarlas de una legislación propia para protegerlas y también para cumplir con el protocolo de Nagoya, acuerdo complementario al Convenio Sobre la Biodiversidad Biológica (CDB, por sus siglas en inglés) .
“Se debe establecer medidas políticas, respetando derechos humanos, protegiendo la biodiversidad y la soberanía nacionales, somos un país rico en recursos genéticos y conocimiento tradicional que tenemos que ver cómo protegemos”, sentenció.
A su vez, Alberto Betancourt, miembro del Consejo Técnico de la Red Sobre Patrimonio Biocultural del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) aseveró que la pandemia nos ha brindado una oportunidada para establecer un relación diferente con la naturaleza, superar el paradigma biologicista y dar lugar a la llegada de una nueva relación entre la identidad biológica y cultural.
“Hay un choque entre estos dos paradigmas, creo que este momento histórico representa un avance y una oportunidad de que haya una corriente de que impulse el paradigma Biocultural que en México puede jugar un papel importante, para escuchar otras culturas y dejar de dilapidar el conocimiento de las comunidades indígenas”, manifestó.


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