Deben hacerse públicas las listas de tareas de mantenimiento. 

Con la Cuarta Transformación se realizó una reforma educativa que vino a cambiar el enfoque de gestión educativa que se había impuesto con Enrique Peña Nieto. Por la falsa creencia de que con ello se privatizaba la educación, cuando en la realidad era dotar a las escuelas de mecanismos que le permitan más capacidad de toma de decisiones para obtener los recursos que satisfagan sus necesidades e inclusive se mejore las condiciones de infraestructura y servicio. Sin embargo, con la reforma lopezobradorista se eliminó esta capacidad y el Estado asumió y se comprometió a surtir todos los insumos que las escuelas necesiten.

Pero vino la pandemia y el cierre de las escuelas como una forma de evitar la propagación del virus ante la gran movilidad e interacción social que a diario es suscitada por los colegios. Seamos conscientes que no solo es lo que sucede dentro de una escuela, entre los miembros de la comunidad educativa, sino en todo el entorno que gira alrededor de las instituciones educativas.

Las escuelas quedaron muchas de ellas abandonadas. En el caso de Yucatán, muchos intendentes que estaban de contrato fueron despedidos y las escuelas ya no contaron con limpieza y atención de las necesidades, que además, hoy tienen desperfectos en agua o electricidad que se fueron originando por el no uso de las instalaciones. Hoy los directores, que son los responsables de cada escuela pública, tienen reportes de las paupérrimas condiciones escolares que van más allá de una limpieza de maleza o de la suciedad en los pasillos o salones de clase.

La SEGEY junto con representantes del sindicato han anunciado que en estos días se están haciendo recorridos para constatar la situación de las escuelas. Esto con la finalidad de corregir lo que sea necesario para recibir con seguridad a los niños el 30 de agosto.

Por lo cual caben las siguientes preguntas: ¿Están las escuelas realmente listas para recibir a los alumnos? ¿Les alcanzará el tiempo para realizar un diagnóstico y sobre todo para la reparación de los desperfectos?

No hay capacidad para la gestión para los directores y menos para los maestros como tampoco se permiten las cuotas escolares de padres de familia. El Estado ha asumido la responsabilidad de mantener la infraestructura de las escuelas. Es de los directores y maestros conocimiento de que el burocratismo de la propia secretaría estatal tenía importantes rezagos en mantenimiento antes de iniciar la pandemia y el cierre de las escuelas. Situaciones que hoy se suman las consecuencias del cierre.

Tampoco es trabajo y responsabilidad de los maestros ponerse a limpiar o arreglar los desperfectos. A partir de la reforma de esta Cuarta Transformación ya no tienen ni la capacidad ni la facultad ya que eso debe ser tarea del Estado y las autoridades competentes, aunque sabemos muy bien, los que somos maestros de aula, que en muchas ocasiones de los bolsillos de los docentes salen para comprar insumos y arreglar desperfectos.

En aras de transparencia y rendición de cuentas, las autoridades educativas o las sindicales deberían hacer públicas las tareas de mantenimiento para que los padres de familia tengan la información de que está sucediendo en cada escuela y puedan evaluar si hay condiciones o no para mandar a sus hijos a las instituciones con seguridad y tranquilidad y sea en verdad un retorno seguro

 

 


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.