El tema del regreso a clases presenciales ya se complicó más al confrontarse los lineamientos de la estrategia estatal emitida por la autoridad educativa de Yucatán a cargo del preparatoriano Liborio Vidal con las declaraciones dadas por Delfina Gómez, secretaría de educación pública federal.

Primero fue la carta responsiva que a pesar de que ya había sido anunciada como parte de los lineamientos federales y recogida su aplicación para la entidad, el presidente López Obrador manifestó en una mañanera que no estaba de acuerdo y, posteriormente, la autoridad federal ya la ha desechado.

Sin embargo, hay un aspecto que ya está generado muchas dudas e incertidumbre entre los docentes. Tiene que ver con la obligatoriedad en la asistencia de los maestros. En el caso de Yucatán la estrategia, sin importar si son presenciales, o a distancia, virtuales o como sea, la indicación que emite la estrategia del regreso a clases obliga a los maestros a estar en las instalaciones de la escuela, en horario normal. Si hay alumnos, los maestros los atenderán de manera presencial en las tres horas en las cuales los niños tomarán la clase. El tiempo restante será destinado para dar clases virtuales o preparar las orientaciones y atender a los padres de familia de niños que no acudan de forma presencial.

Una gran mayoría de docentes siente preocupación por la alta probabilidad de propagación de virus al desconocer si un compañero resulta asintomático y posible agente de contagio. La vacuna previene altas probabilidades y se sabe de enfermos y lamentablemente muertes aún con el esquema completo. Además, se ha dado a conocer que la Cansino no tiene una buena protección a lo largo del tiempo y se sugiere una dosis de refuerzo.

El gobierno se ha negado a realizar pruebas PCR lo que va contra la lógica de encontrar focos de atención, sino que de forma más reactiva que preventiva, espera que las personas están contagiadas para actuar. Así ha sido el manejo de la pandemia a lo largo de todo este tiempo.

A nivel federal, en una declaración de la secretaria Delfina Gómez, entiéndase la máxima autoridad educativa de la nación, ante la periodista Danielle Dithurbide ha manifestado que el REGRESO A CLASES NO ES OBLIGATORIO, SINO VOLUNTARIO.

Sus palabras fueron:

“El presidente comenta que es voluntario, y comenta que nada por la fuerza, todo por la razón y de acuerdo. Lo único que me atrevo a decirle a los maestros es apelar a esa vocación y a ese compromiso profesional. Efectivamente, el presidente jamás ha hablado de una sanción ni administrativa ni económica“.

El contenido es preciso, claro y contundente y aunque se apele, es decir, se insista o se llame para algo objetivo o fin, la indicación del presidente es “nada por la fuerza, todo por la razón” que destierra las prácticas autoritarias del pasado y además, que no hay sanciones.

Estas palabras la encontramos a partir del minuto 16:25 de la entrevista que aquí la reproducimos de forma integra:

 

Luego entonces – ¿a quién hacerle caso? ¿A Delfina Gómez como máxima autoridad? ¿O a un secretario que ni maestro es? – Es lo que ya los docentes yucatecos se preguntan y cuestionan a sus directores, mismos que no tienen respuesta.

Así va la dirección y rumbo para este regreso a clases.

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