Humor, cartón y crítica creativa se combinan en Chat Haus para explorar el avance de la inteligencia artificial en Brooklyn
Notipress.- En Greenpoint, Brooklyn, se instaló Chat Haus, una exposición artística que recrea un espacio de coworking de lujo habitado únicamente por chatbots hechos de cartón. La muestra se encuentra ubicada entre una escuela primaria y una biblioteca pública, ofreciendo una visión humorística y crítica sobre la inteligencia artificial.
La exposición, creada por el artista Nim Ben-Reuven, presenta escenas típicas de oficinas de coworking mediante robots de cartón controlados por pequeños motores. Un cartel dentro de la muestra anuncia espacio de escritorio por “solo” 1,999 dólares al mes y describe el lugar como “Un espacio de coworking de lujo para chatbots“.
Según explicó Ben-Reuven en una entrevista con TechCrunch, su intención fue abordar con humor los cambios que la inteligencia artificial generó en su profesión. “Era como una expresión de frustración con humor, para no amargarme demasiado por los cambios tan rápidos y bajo mis narices de la industria, y no querer formar parte de ese cambio”, afirmó.
El artista destacó haber evitado intencionadamente una perspectiva negativa en su obra, señalando que “crear arte abiertamente negativo lo acorrala y le obliga a defenderse”. Añadió que darle un tono más ligero ayuda a atraer a públicos de todas las edades y posturas sobre la IA.
Durante la exhibición, numerosos visitantes se detuvieron a observar Chat Haus, entre ellos adultos y estudiantes de primaria. Ben-Reuven remarcó que, si bien la IA impacta la industria creativa, existen problemas más graves en el mundo actual. “La IA, en términos del mundo creativo, parece algo muy superficial en comparación con muchas otras cosas, como la guerra, las cosas que están sucediendo en el mundo y el terror y el trauma que existen”, expresó.
Ben-Reuven trabajó con cartón desde sus estudios de posgrado, cuando construyó una réplica a tamaño real de una terminal de aeropuerto. Sus “bebés de cartón”, como llama a sus robots, también reflejan la fragilidad que observa en la creatividad producida por IA. “La impermanencia de este material de cartón y su capacidad para colapsar incluso con poco peso es la forma en que, en mi opinión, la IA está interactuando con las industrias creativas“, señaló.
Sobre el atractivo del arte generado por inteligencia artificial, Ben-Reuven lo comparó con la comida rápida. Según él, proporciona una descarga inmediata de serotonina, pero desaparece rápidamente tras el consumo. Actualmente, Chat Haus se exhibe en el escaparate principal del 121 de Norman Avenue, en Brooklyn, a la espera de que el edificio obtenga permisos de renovación.
El artista espera mantener la exposición hasta mediados de mayo y, si es posible, trasladarla a una galería más grande. Sin embargo, expresó su preocupación sobre dónde almacenaría los nuevos materiales una vez que finalice la exhibición. “Pensé que sería divertido expresar la idea de un montón de robots bebés, adorables y algo espeluznantes, escribiendo sin parar gracias a nuestras indicaciones de ChatGPT en algún almacén, consumiendo tanta electricidad como la que usa Suiza al año”, comentó.
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