Empresas pierden productos y dinero por no registrar bien las devoluciones

Notipress.-  En muchos centros de distribución, los productos devueltos por el cliente no regresan correctamente al inventario ni se actualizan en la facturación. Esta omisión administrativa, común en procesos manuales, genera pérdidas acumuladas y afecta la trazabilidad del producto.

Un ejemplo clásico es cuando los repartidores registran las devoluciones en papel, y luego personal administrativo intenta interpretar la información para reingresarla en los sistemas internos. El margen de error es alto, sobre todo cuando se gestionan volúmenes grandes y sin automatización. Esto afecta el desempeño logístico, incrementa costos y dependiendo del proceso, podría afectar la percepción del cliente.

Según explicó Carlos Díaz Ojeda en entrevista con NotiPress durante The Logistics World en Ciudad de México, aún existen compañías de gran escala que destinan áreas completas a mercancías devueltas sin procesar. El director general de DispatchTrack Latinoamérica sostuvo que este tipo de fallas no solo son operativas, sino que también impactan en el flujo contable: Dio el ejemplo de bodegas donde los productos retornados tienen “una factura que no va a ser pagada nunca, con un producto que no fue devuelto al inventario y quedó en una pila de cosas que se van devolviendo”.

Estas fallas afectan el control financiero, aumentan los tiempos de respuesta y dificultan la visibilidad sobre lo que ocurre cuando una entrega no se concreta. A nivel operativo, también impiden una gestión eficaz del stock, pues el producto devuelto queda fuera del sistema, sin destino claro. En este contexto, si el proceso no tiene un diseño idóneo o el software logístico no cuenta con este abordaje, la operación se hace de manera deficiente, explicó.

Díaz hizo hincapié en que resolver esta situación no requiere un rediseño completo del modelo logístico, sino integrar correctamente los procesos clave, incluida la devolución. Aseguró que el ahorro potencial es significativo, especialmente cuando se reemplaza la digitación manual con sistemas conectados: “La cantidad de valor que hay es tremenda porque la digitación está llena de errores”, afirmó.

Cerrar este ciclo pendiente permitiría a muchas empresas reducir pérdidas, mejorar sus registros y dar seguimiento a cada unidad rechazada con precisión. En un entorno competitivo como el mercado mexicano, la omisión de este tramo del proceso representa una desventaja silenciosa, pero constante.Devoluciones mal gestionadas provocan pérdidas y descontrol en centros de distribución Empresas pierden productos y dinero por no registrar bien las devoluciones

En muchos centros de distribución, los productos devueltos por el cliente no regresan correctamente al inventario ni se actualizan en la facturación. Esta omisión administrativa, común en procesos manuales, genera pérdidas acumuladas y afecta la trazabilidad del producto.

Un ejemplo clásico es cuando los repartidores registran las devoluciones en papel, y luego personal administrativo intenta interpretar la información para reingresarla en los sistemas internos. El margen de error es alto, sobre todo cuando se gestionan volúmenes grandes y sin automatización. Esto afecta el desempeño logístico, incrementa costos y dependiendo del proceso, podría afectar la percepción del cliente.

Según explicó Carlos Díaz Ojeda en entrevista con NotiPress durante The Logistics World en Ciudad de México, aún existen compañías de gran escala que destinan áreas completas a mercancías devueltas sin procesar. El director general de DispatchTrack Latinoamérica sostuvo que este tipo de fallas no solo son operativas, sino que también impactan en el flujo contable: Dio el ejemplo de bodegas donde los productos retornados tienen “una factura que no va a ser pagada nunca, con un producto que no fue devuelto al inventario y quedó en una pila de cosas que se van devolviendo”.

Estas fallas afectan el control financiero, aumentan los tiempos de respuesta y dificultan la visibilidad sobre lo que ocurre cuando una entrega no se concreta. A nivel operativo, también impiden una gestión eficaz del stock, pues el producto devuelto queda fuera del sistema, sin destino claro. En este contexto, si el proceso no tiene un diseño idóneo o el software logístico no cuenta con este abordaje, la operación se hace de manera deficiente, explicó.

Díaz hizo hincapié en que resolver esta situación no requiere un rediseño completo del modelo logístico, sino integrar correctamente los procesos clave, incluida la devolución. Aseguró que el ahorro potencial es significativo, especialmente cuando se reemplaza la digitación manual con sistemas conectados: “La cantidad de valor que hay es tremenda porque la digitación está llena de errores”, afirmó.

Cerrar este ciclo pendiente permitiría a muchas empresas reducir pérdidas, mejorar sus registros y dar seguimiento a cada unidad rechazada con precisión. En un entorno competitivo como el mercado mexicano, la omisión de este tramo del proceso representa una desventaja silenciosa, pero constante.


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