En la era digital actual, el 98% de los jóvenes de 15 años de los países de la OCDE tiene un teléfono inteligente. Este acceso les permite aprender, distraerse y relacionarse con sus iguales en un entorno único. Sin embargo, la exposición temprana y excesiva al mundo digital también conlleva riesgos. Un nuevo informe de la OCDE señala la necesidad de adoptar un enfoque integral que permita proteger la vida digital de los niños. Este enfoque debe incluir políticas públicas basadas en evidencia, mecanismos de seguridad en los servicios digitales, así como orientaciones claras y asistencia para que los educadores y cuidadores puedan ayudar a los más jóvenes a gestionar el uso que hacen de las tecnologías digitales.
El informe How’s Life for Children in the Digital Age? proporciona una visión general del estado actual de la vida digital de los niños en los países de la OCDE. El informe presenta indicadores comparables a escala internacional sobre el uso y las experiencias digitales, y formula recomendaciones encaminadas a garantizar que los más jóvenes estén protegidos y puedan utilizar las herramientas digitales de forma beneficiosa y autónoma, gestionando a su vez los posibles riesgos.
El informe se ha elaborado a partir de los datos internacionales más recientes disponibles (1) e incluye 45 indicadores comparables a escala internacional relacionados con el acceso y el uso de las tecnologías digitales por parte de los niños, las interacciones sociales en línea, las experiencias negativas y las prácticas que aumentan o reducen el riesgo. Por ejemplo, mientras que el 51% de los estudiantes de 15 años de los países de la OCDE afirma ser capaz de configurar fácilmente las opciones digitales para proteger su privacidad, el 27.6% comparte información inventada en las redes sociales, y el 17% reconoce sentirse nervioso o ansioso sin sus dispositivos digitales. Los indicadores contemplados en el informe se refieren a comportamientos específicos y cuantificables, lo que proporciona un nuevo recurso práctico que puede orientar las decisiones de políticas públicas relacionadas con el bienestar infantil.
Los datos también revelan que el ciberacoso va en aumento en todos los países de la OCDE y que una minoría significativa de niños denuncia el uso problemático de las redes sociales. Además, se ha observado que dedicar demasiado tiempo conectado supone dejar de lado otras actividades importantes y enriquecedoras, como leer, hacer ejercicio físico o salir con amigos, que se consideran esenciales para el desarrollo cognitivo y socioemocional de los niños.
«Es fundamental que todas las partes interesadas cooperen para proteger y acompañar a los niños cuando navegan por el mundo digital, teniendo en cuenta también su realidad fuera de línea, ya que los riesgos para el bienestar de los niños en ambos mundos a menudo se retroalimentan», ha declarado Mathias Cormann, Secretario General de la OCDE. «Fortalecer la reglamentación y otras herramientas de política, mejorar la alfabetización y las habilidades digitales de los niños, proporcionar orientación a los padres y cuidadores, ampliar la base de pruebas sobre las actividades digitales de los niños y sus repercusiones, e incorporar la perspectiva de los niños en la elaboración de políticas puede ayudar a mejorar la seguridad, el bienestar y las oportunidades en el mundo en línea».
Afortunadamente, cada vez más países recopilan datos sobre las actividades y el uso que los niños hacen de los espacios digitales. Sin embargo, los indicadores también revelan importantes deficiencias. Por ejemplo, muchos países aún no cuentan con datos detallados del tiempo que los niños dedican a las pantallas y las actividades digitales, la naturaleza de esas actividades y los efectos de la exposición a las pantallas y el uso de estas en los niños de todas las edades. Subsanar estas deficiencias ayudaría a los países a mejorar su capacidad de supervisión, de comprensión y de mitigación de los riesgos asociados al bienestar infantil. El informe proporciona orientaciones sobre cómo podrían aprovecharse las fuentes de datos existentes para resolver la falta de datos. También destaca la importancia de incorporar la visión de las partes interesadas, incluidos padres, niños, educadores, proveedores de servicios digitales, profesionales de la salud y expertos, con el fin de desarrollar políticas y apoyos más eficaces.
(1) Datos procedentes de la base de datos del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) de 2022 de la OCDE, la encuesta internacional 2021-2022 del estudio Health Behaviour in School-aged Children (HBSC) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y el Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora (PIRLS) de 2021 de la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA).
Trabajando con más de 100 países, la OCDE es un foro global que promueve políticas para preservar las libertades individuales y mejorar el bienestar económico y social de las personas en todo el mundo.
Boletín de prensa
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