Los primeros homínidos vivieron a merced de factores ambientales y de riesgos con los superiores depredadores. Para resguardarse tuvo que buscar refugio hasta controlar el fuego, elemento esencial para la superación en la condición de vida de aquellos remotos antepasados. De no haber tenido miedo y actuar en consecuencia el estado evolutivo social se hubiera retrasado manteniendo un estado salvaje.

Así como ese ejemplo, podemos encontrar muchos otros, no sólo en la historia humana, sino también en lo personal. Sobre se segundo punto, cada quien es consciente de los propios medios y traumas, aunque también es cierto que algunos no se reconocen plenamente por ser profundos en la psique humana.

Sin embargo, como todo factor humano, estos miedos disminuyen o potencializan conductas de acuerdo con las condiciones del ambiente. En los años previos al fin del milenio se pronosticaba una nueva era caracterizada por la paz y estadios más altos de espiritualidad, que por consecuencia, llevarían al hombre a vivir un tiempo de armonía entre hombre y medio ambiente.

Pero lamentablemente el inicio fue marcado con hechos de extrema violencia. El desplome de las Torres Gemelas, las guerras e invasiones que dicho evento provocaron, y en fechas más recientes, en el clima de inseguridad que domina el norte de México por la lucha contra la delincuencia organizada, la suposición de ese tiempo de paz y armonía quedaron como simples intenciones sin ninguna base real.

Hoy vivimos en el acecho, extremando medidas de seguridad, porque el riesgo está en todas partes, junto a nosotros, en el aire, en el fondo del mar, cerca en nuestra familia, e inclusive, dentro de nosotros mismos.

Lo malo es que este miedo no ayuda a la superación personal o social. No es parte de un proceso natural que consolide la evolución; sino todo lo contrario, al menoscabar nuestra dignidad.

Lo peor es caer en una completa parálisis… claro, que para superar el miedo y este convertido en un factor positivo, hay que reconocerlo y solucionar lo que sea para su decremento.
 


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