En las etapas del proceso legislativo, una vez que una ley está debidamente aprobada y ya publicada, hay un espacio de tiempo necesario para que entre en completa validez. A ese periodo se le conoce como VACATIO LEGIS.
La reforma constitucional en materia educativa de la Cuarta Transformación apenas se erigió constitucional el 15 de mayo de este año. Un cambio constitucional que deroga la reforma de 2013 y con ello muchos cambios en cuanto a la organización del sistema educativo y la desaparición del servicio profesional docente. En los transitorios de la reforma constitucional se estableció un periodo de 120 días para que el Congreso de la Unión discuta y apruebe las leyes reglamentarias. Es necesario adecuar la Ley General de Educación y crear la que sustituirá a la del servicio profesional docente.
Pero el tiempo nos está ganado la partida. Hubiese sido ideal la aprobación de la reforma constitucional en el primer periodo ordinario de este año legislativo. De tal manera que posteriormente, con el debido tiempo, el órgano legislativo hiciese un buen trabajo de análisis y se tenga los productos legales a tiempo para marcar la pauta para un próximo curso escolar.
Ejemplo de ello es lo que sucede con el proceso de ingreso y de promoción del extinto servicio profesional docente. Sin la reforma constitucional, la autoridad educativa estuvo obligada a emitir en abril las correspondientes convocatorias y después de cambiar fechas para la información y de un mantener en incertidumbre las fechas de presentación del examen, para el día siguiente de la publicación de aquéllas, el examen fue cancelado y sustituido por un proceso que ha desconcertado a los maestros aspirantes a una plaza docente.
Lo mismo sucede con respecto a los contenidos del plan de estudios a aplicar para este próximo curso escolar. Los maestros saben que se va configurando una NUEVA ESCUELA mexicana que surge de los principios constitucionales ahora vigentes. Esta “nueva escuela” modifica los estándares de gestión escolar que se implementaron en la reforma de 2013, así como también, se cambiará el currículo con lo cual se abandonará la aplicación de la “autonomía curricular” que dio lugar a los famosos clubes.
Al respecto de los clubes la nueva administración, en una primera medida para su desaparición, fue eliminar de la boleta la calificación de esos espacios educativos. Informar sobre el avance de los alumnos sería optativo e inclusive oral. La organización de los clubes implica un proceso que debió de iniciar en los meses de marzo para su planeación. Al quedar claro que sería modificados, los directivos y maestros lo dejaron en el olvido. Sin embargo, desde la SEGEY se insiste a los supervisores que soliciten a sus directores la información de los clubes en sus escuelas. Situación que incomoda y molesta a los maestros por la inconveniencia del trabajo a pocos días de concluir el curso escolar. En un mensaje del secretario de educación, Lic. Esteban Moctezuma, declaró que los clubes serían optativos para las escuelas donde considere el colectivo docente que si funcionó y sería deseable mantenerlos. Lo que se entiende como una indicación a su desaparición. ¿La SEP local se contrapone a los lineamientos de la SEP federal?
Otro tema que ya empieza a preocupar a los maestros es cuál será el contenido a enseñar para el próximo curso escolar. Ya había iniciado, por ejemplo, para el caso de primaria, los primeros y segundos años la aplicación del Nuevo Modelo Educativo que se debe extender hasta los siguientes cursos escolares. ¿Qué es lo debe suceder ahora? ¿Se quedaría como se encuentra actualmente? ¿Se regresará al plan 2011 para todos los grados? ¿Continuará la implementación del plan del Nuevo Modelo Educativo?
Algunos maestros han recibido información de la ruta crítica y de implementación para el nuevo currículo de la NUEVA ESCUELA mexicana que correrá todo el próximo ciclo escolar hasta que se tenga una propuesta definitiva para el curso 2020-2021 cuando inicie su implementación. Pero queda hoy duda qué va a suceder en el mientras ese tiempo transcurre.
Hay otros temas de no menor importancia que ya empieza a discutirse en el órgano legislativo. Por mencionar uno tenemos el caso de los Asesores Técnicos Pedagógicos que en reciente documentación de la SEP no aparecen. Los ATP son maestros que compitieron, bajo las normas del servicio profesional docente, para promover sus funciones docentes con lo cual han obtenido ya derechos adquiridos. Sin embargo, hay dudas sobre su permanencia y condiciones laborales. En un sentido estricto, con la promesa de que los cambios no deben causar menoscabo de los derechos adquiridos la función ATP debe permanecer. Pero queda la duda, hoy en día, de sus permanencia y condiciones tanto de la función pedagógica como de las condiciones laborales.
Se percibe mucha desorganización e inclusive improvisación para ir subsanado los procesos que no se puede interrumpir y que muchos requieren de su permanencia. La actividad escolar no puede esperar. Necesitan las autoridades tomar las decisiones, sin embargo, no hay fundamento legal en muchas de ellas por la carencia de las leyes y los reglamentos bajo los nuevos principios constitucionales. Una vacatio legis que siempre incertidumbre magisterial.
AL CALCE. Es urgente la creación de las nuevas leyes educativas. Si no salieran a tiempo, antes de iniciar el curso escolar, el calendario oficial que se ha presentado para su observancia a nivel federal no tendría una justificación legal. La ley actual faculta a la flexibilidad calendárica escolar.


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