*La puesta en escena ofrece música, actuación y actos circenses* Por Luis Galindo
México, 25 de enero (Notimex).— La obra teatral El Pagliacho. El gracioso de la calle de Rolex, bajo la dirección de Raúl Zamora, transportó al público infantil al primer circo mexicano, que se resiste a desaparecer.
      La magia del circo llegó al Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque y mostró a los niños —y no tan niños— el arte circense de antes, sin animales vivos, solamente con el talento y creatividad de artistas que divirtieron al público.
      Acompañado por el Ensamble Jofranka, el payasito Don Chole apareció en el escenario con su acordeón, el cual tocó con virtuosismo; acaparó la mirada y atención de los espectadores e invitó a un niño a irse en el transportador (un baúl) hacia el Circo Olímpico; aunque el pequeño decidió no ir, el protagonista lo hizo y llevó al público a un mundo mágico.
      Un mundo con malabaristas, la mujer en las cuerdas, contorsionistas, equilibristas y zancos, quienes mostraron sus talentos y el público agradeció con fuertes aplausos.
      Sin embargo, como en algunas historias, la alegría se vio opacada por la aparición del personaje malo, en este caso, un productor teatral que luchaba a toda costa por quitar al circo del lugar porque la gente prefería ver a los payasos y artistas circenses que una obra escénica.
      A pesar de todos los obstáculos del productor y su cómplice para acabar con el circo (como vender dulces en mal estado), el público apoyó a este último de principio a fin. La obra se presenta en el Teatro Julio Castillo, del 25 de enero al 26 de abril.


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