Montevideo, 15 jul (EFE).- Escondidas por los diversos rincones verdes, las hierbas o “yuyos” silvestres de Uruguay trascienden hoy sus dotes de remedio como parte de una singular mezcla de té que planea seducir a los más sofisticados paladares del mundo.
Cedrón, boldo o lavanda son algunas de las plantas con propiedades curativas con las que, de paseo por los montes o la costa playera, y muchas veces de manera totalmente inadvertida, cualquier visitante puede toparse en un paseo por la costa playera o los montes uruguayos.
EL SECRETO DE SUS HOJAS
Estas mismas hierbas son el diferencial de “Tea, please”, un emprendimiento que, como expresa en una entrevista con Efe, su creadora, Fernanda Reda, define como “una mezcla de dos mundos”, pues en su “blend” o mezcla de tés la uruguaya explora tanto el exotismo como la tradición.
Es que, ajenos a muchos paladares, estos “yuyos” asociados casi siempre a los remedios caseros para dolencias como el malestar estomacal dan, para Reda, un toque especial al té.
“La gente hoy no busca consumir productos lindos sino que quiere consumir un producto que además le de beneficios para el organismo (…) que tenga propiedades funcionales extra”, expresa.
Por otro lado, si bien la porción del mercado de bebidas calientes que ocupa el té en Uruguay es muy pequeña en comparación con el universal café y el autóctono mate, es la única bebida que ha crecido en su consumo en los últimos 5 años, con un aumento del 6 % entre 2016 y 2021.
Esta popularidad, para la emprendedora, se debe a que la infusión, que, según leyenda popular, nació en China hacia el 3000 a.C. cuando unas hojas cayeron en el brebaje de agua caliente del emperador Shen-Nung, es “como un viaje” y “totalmente distinta a un café”, porque para beberla hay que hacer “una pausa”.
“Es una bebida que tiene mucha variedad y creatividad y por eso es muy difícil que no te guste”, resalta en alusión a las infinitas combinaciones de sabor, color y olor que caracterizan a la infusión nacida de cultivos a gran escala en países orientales y africanos, como China, Vietnam, Sri Lanka, India y Kenia.
A LAS FIVE O’CLOCK
Nacido en el marco de la pandemia e inspirado en la típica frase con la que se pide té en inglés, “Tea, please” vende a través de redes sociales y en puntos “top” identificados con la comunidad británica en Uruguay.
Es que, como explica la docente formada en mercadotecnia devenida en emprendedora, su té conquistó en un principio el paladar de la embajadora de Reino Unido en Uruguay, Faye O’Connor, quien le dio así una señal de que los yuyos podrían acompañar una típica merienda de las cinco, conocida como “five o’clock tea” en Inglaterra.
De todas formas, el plan de negocios del emprendimiento pasa de momento, según Reda, por crecer “un poco más” en Uruguay, en tanto también sueña con entrar a mercados como los vecinos Brasil y Paraguay.
Reda, que ya ha hecho giras para mostrar su producto en Dubái y Bélgica, añade que parte de la buena acogida que tiene su producto se debe a que el suelo uruguayo “se valora”, porque es el mismo del que se alimenta el ganado para la importante industria de exportación cárnica del país suramericano.
Asimismo, explica que la novedad de sus tés en Europa, donde, dice, “levantas una piedra y hay té negro”, recae en que las mixturas contienen plantas con “una diferencia de propiedades”.
Tal es su distinción que, señala, hasta sedes diplomáticas de Uruguay en el exterior van a empezar a obsequiar este producto “de lujo” a sus visitantes.
JOSEPHINE, LA ESTRELLA
Denominada como su hija, a quien le preparaba estas infusiones cuando se sentía mal del estómago, “Josephine” es la mezcla más vendida de “Tea, please”.
“Le metía las cosas que le hacían bien pero como escondidas”, rememora divertida sobre las primeras preparaciones de esta variedad, que consiste en una mezcla de yuyos digestiva y calmante con te verde, pétalos de rosa, cedrón y manzanilla.
Junto con las tisanas que su madre le preparaba cuando de niña iban al campo de su familia, la estelar “Josephine”, que considera ideal “como para tomar al final de la tarde”, se consolida así como una de las fuentes de inspiración del emprendimiento que, expandiéndose de a poco, quiere discurrir por las teteras del mundo.
Jacinta Rivera Trobo y Alejandro Prieto
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