Córdoba (España), 27 ago (EFE).- Las investigaciones en el yacimiento íbero-romano de El Higuerón, en la provincia española de Córdoba (sur), cuya ocupación se databa entre los siglos IV a.C. y el I d.C, revela que se extendió también a la época medieval, pero el hallazgo más llamativo ha sido un gran relieve fálico, “habitual” para los romanos, que hoy “mediatiza” el enclave.

Andrés Roldán, director del Museo Histórico de Nueva Carteya, donde se asienta el yacimiento de época ibérica, explica a Efe que los romanos veían la “virilidad” masculina como símbolo de “fertilidad”.

El relieve fálico, sensación mediática por su dimensión, de casi medio metro de longitud, era algo “bastante frecuente” en la época romana tanto en los “muros” como en los interiores, y era “símbolo de fertilidad” y “virilidad”.

Además, el pueblo romano “creía que lo protegían del mal de ojo”, por lo que también se usaba como “amuleto”, algo “llamativo con la visión que tenemos” en la actualidad, pero que era habitual entonces.

Este hallazgo, de extraordinario valor ya que documentan la historia milenaria de toda su provincia de Córdoba, ha suscitado interés en todo el mundo, desde Argentina hasta Estados Unidos y Europa.

EL CULTO AL FALO, COMÚN EN EL IMPERIO ROMANO

De hecho, el culto al falo era común, tanto como personificación del dios Fascinus, una divinidad de forma fálica, protector del mal de ojo en Roma, como símbolo de la fertilidad, y aparece frecuentemente en edificios romanos de todo tipo, ya sean públicos como puentes, acueductos o murallas, o privados, como las casas de Pompeya (Italia).

Sobre el hallazgo en España poca información por el momento, si bien las primeras hipótesis apuntan a que pudo ser esculpido en época romana republicana, aunque habrá que esperar para confirmar su datación.

No es “descartable” que se encuentre otro similar, aunque sí es cierto que “improbable”, ya que habría que buscar entre la documentación existente para hallar un relieve de tal dimensión a lo largo de la historia romana.

HALLAZGOS EXCEPCIONALES QUE REDEFINEN EL YACIMIENTO

Los trabajos en el yacimiento, un referente de la cultura íbera de Córdoba, comenzaron “hace tres semanas” sobre la base de los sondeos de los años 60 del siglo pasado, que dataron el enclave en épocas íberas y romanas, señala Roldán.

Los arqueólogos han alcanzado la base de la muralla y han podido determinar “provisionalmente” que el asentamiento ya se produjo en el “siglo V antes de Cristo”, y se han logrado “definir algunas funciones” del gran edificio romano sobre el cerro, que apunta al almacenamiento de alimento recolectado en la zona.

Los intensos y minuciosos trabajos, mediatizados en el relieve fálico encontrado en uno de los sillares que forman la esquina noreste de la torre romana, también han revelado diversas modificaciones, desde la puerta original romana hasta zonas de época medieval, algo totalmente desconocido hasta el momento.

“No sabíamos que se había ocupado en la época medieval”, sostiene Roldán, quien explica que se han constatado “reformas” que exponen que el edificio pudo estar en “uso” entre los siglos X y XIII, lo que supone elevar la importancia de un yacimiento del que apenas se ha excavado el “20 por ciento”.

EL ANIVERSARIO DE NUEVA CARTEYA MÁS MEDIÁTICO

Nueva Carteya, que celebra estos días el bicentenario de su fundación, se ha visto desbordada por el interés social y mediático, y la Guardia Civil española ha tenido que intensificar la vigilancia y vallar el lugar arqueológico principalmente para protegerlo y evitar el expolio y la sobreexposición.

Con toda probabilidad, el relieve fálico hallado cambiará de ubicación y será traslado, ya sea al Museo de la localidad o al Arqueológico de Córdoba.

Luis Ortega

 

 

 

 


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