El Asesor Técnico Pedagógico (ATP) es un maestro que, en función de la anterior legislación del servicio profesional docente, promueve de su trabajo áulico a un espacio de trabajo colaborativo con las escuelas y sus maestros para apoyar a elevar la calidad educativa. Esta figura académica no es nueva. Ya desde antes del servicio profesional docente habías ATPs como se les conoce en el gremio magisterial. En aquel entonces los maestros lograban esa función por la vía de comisión temporal, que al concluir retornaban a sus salones de clase como maestros de grupo

Cuando se configuró el servicio profesional docente, la figura adquirió un rango de promoción al cual se tenía de acceder por examen y disponibilidad de espacio laboral. Como parte de la promoción, los maestros que lo consiguieron dejaban ser maestros de grupo y se dedicaban, a mayor profundidad y compromiso, a coadyuvar con los demás actores educativos – supervisores, directores y maestros – en la tarea de mejorar en las escuelas cuyo diagnóstico requería una intervención para disminuir alguna deficiencia detectada.

En la evolución de la función ATP se le limitó a ser un agente de ayuda y consolidación académica que trabajara junto con la supervisión de zona en las escuelas que así lo requerían para mejorar aspectos educativos. Se le eliminó, entre sus actividades, responsabilidades administrativas como estaba antes de la reforma educativa de 2013.

Sin embargo, para algunos maestros y sectores como la CNTE, la figura de ATP no goza de buen ver. En el entendido de un principio que regula la actividad magisterial que afirma “cada maestro con su librito”, los nuevos ATP que iniciaron el cambio se vieron en la necesidad de ir abriendo la brecha hacia un trabajo más colaborativo y no invasivo. Pero la “fobia” del valor “inquisitivo” de una reforma educativa centralizada su percepción en cuestiones laborales impide que se note la fortaleza de un acompañamiento y el trabajo igualmente comprometido y especializado en favor de los niños.

El problema actual de varios ATP es que la reforma educativa de la #4T vino a romper un desarrollo y consolidación de aspectos positivos en favor de la calidad educativa. Con la reciente aprobación de las leyes secundarias, la figura del ATP va hacia un retroceso, ya no siendo una promoción sino una concesión o comisión temporal de 3 años sin que después de este tiempo se dé seguimiento a un trabajo realizado, y que además, queda a manos su otorgamiento a consideración de los sindicatos y los gobiernos federal y estatal sin mediar una preparación, conocimientos y habilidades que se exigían con la llamada “mal reforma” de EPN.

En el caso de Yucatán, alrededor de 70 maestros han quedado en el limbo de la transición de reformas. Maestros que presentaron en los ciclos 2017-2018 y 2018-2019 que por procedimiento estaban inicialmente en inducción para conocer la función y hasta el segundo año lograr la clave o base, hoy se siente desprotegidos, en la incertidumbre y la indefensión.

Corren la suerte los Asesores Técnicos Pedagógicos con el estigma de ser una figura académica de Enrique Peña Nieto y con ello basta para su denostación y eventual desaparición como una función por promoción.
La expresión de la diputada Adela Piña en un hilo de conversación en la red de Facebook lo expresa claramente: “Quieren tanto ayudar a la educación, entonces váyanse frente a grupo y póngase a trabajar donde se necesita”.



No creo que desconozca la diputada Piña que los actuales ATP no son regalías ni conquistas sindicales, como tampoco, son sugerencias a modo por intercambio de lealtades a determinado grupo magisterial. Son maestros de grupo que demostraron conocimientos y capacidades que los hacen idóneos para acompañar a sus pares, con base a los lineamientos de un trabajo colaborativo, a coadyuvar con el mejoramiento académico.

Entonces ¿de qué se trata la EXCELENCIA ACADÉMICA que hoy es un concepto signado en la reforma de la #4T en el artículo 3° Constitucional?
¿En dónde ha quedado la promesa de que la nueva reforma no atentará contra los derechos adquiridos de los maestros?

¿Acaso no tiene validez las palabras del Lic. Esteban Moctezuma, secretario de educación pública federal, de que no se “maltrataría” a los maestros?
Los actuales maestros ATP que, en el caso de Yucatán y Campeche, se apostaron frente al presidente en la última visita a la Península de Yucatán solo piden el respeto a los derechos adquiridos en una función que se ganó con examen, que tiene la capacidad y los conocimientos para el desarrollo óptimo de esta función.

La #4T no debe caer en lo que tanto se criticó en el sexenio pasado: al maltrato, ni a la indefensión, mucho menos a la incertidumbre de maestros que quieren aportar lo mejor para consolidar el progreso educativo del país.

https://youtu.be/sTvPR4sGgps


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