modeloeducativoEl secretario de educación federal Emilio Chuayffet ha anunciado que se van a organizar foros para la construcción de un modelo educativo que responda a los nuevos retos de educación. No hay duda que la globalidad y la tecnología son elementos que resultan esenciales en la sociedad. Su introducción nos ha cambiado la vida y la forma, no sólo de acceder al conocimiento, sino también, de cómo nos interrelacionamos los seres humanos.

Una de las realidades históricas en la evolución educativa en México, es que el esfuerzo educativo por su sistematización y expansión tiene su punto de partida desde la década de 1920’s cuando José Vasconcelos, uno de los grandes intelectuales del México revolucionario, fundó la Secretaría de Educación Pública. Con este organismo burocrático se dio la viabilidad administrativa de la educación, su masificación y eje esencial para el desarrollo del país.

Otro de los momentos importantes de la educación se da en la presidencia de Adolfo López Mateos y el Plan de los 11 años liderado por Jaime Torres Bodet. Otro secretario de educación pública que tuvo la visión de promover un cambio significativo en bien de la cobertura del servicio educativo.

En ambos casos se trataron de momentos cruciales e hitos históricos. En primera instancia saliendo de un proceso revolucionario, que si bien todavía no concluía, era necesario unir fuerzas e ideologías en cuanto un proyecto de nación se requería. En el segundo caso, México tenía que entrar al mundo de la modernización industrial, de expansión comercial y tráfico más continuo, por la apertura de medios de transporte en los países industrializados.

Una de las cosas que podemos concluir de todos los momentos históricos, es que siempre las decisiones y acciones que se tomen representan oportunidades para crecer y desarrollarse a la par de los demás que así lo han optado; o también, de no hacer nada ante el cambio, aferrarse a lo cómodo y conocido, para que en la “evitación de la fatiga” no se den mayores problemas. Como consecuencia de lo último, la oportunidad se desvanece y se cae en la exclusión del cambio, la transformación e innovación.

El gran problema hoy en día, es que por la transformación acelerada de la tecnología de la comunicación, los cambios se han dado a una velocidad que resulta difícil seguirles el paso. Lo que antes, en proceso natural, el estancamiento producía esa exclusión, hoy nos conduce a una polarización y rezago de gran magnitud. Una división que se hace inmensa y difícil de alcanzar en un término acortado y mediano.

En el año pasado se dieron cambios estructurales en materia educativa que se orientan hacia una educación de calidad como un Derecho Humano que el Estado reconoce y garantiza. Se pretende con la Reforma Educativa centrarse en los maestros, actores principales del gran engranaje del motor educativo del país. Es por ello que algunos sienten que la mentada reforma no tiene nada de educativo, pero si mucho de laboral. Un punto de vista que no comparto. Los derechos laborales están protegidos por la misma Ley Federal de Trabajo, que como reglamentaria del artículo 123 y siendo un derecho social esencial, en doctrina jurídica tiene una mayor precedencia orgánica que una ley general, tal y como es el caso de la legislación educativa.

El otro factor fue la evaluación, que desde cualquier doctrina o teoría educativa, en el proceso educativo resulta esencial para determinar desde carencias iniciales, también los avances, logros y dificultades. Sin una buena evaluación el proceso de toma de decisiones no tiene un fundamento basado en la realidad y las metas o expectativas de lo que se pretende lograr en el sistema educativo nacional, ya sea de forma global y totalizadora, como tan específica en cualquier parte o elemento del mismo sistema.

Una queja es que la Reforma Educativa no se hablo del modelo educativo. En un sentido estricto las leyes son ordenamientos que buscan regular la conducta humana de forma más general y amplia. En algunos procesos constituyen el fundamento para tomar decisiones y acciones a ejecutar. Difícilmente resulta que todo, a un cien por ciento, tenga que legislarse para darle viabilidad.

Es lo que sucede en el caso del modelo educativo. Es muy claro que la educación es un derecho humano que el Estado, de acuerdo con la nueva doctrina, reconoce y garantiza. A partir de este fundamento constitucional el Estado debe tomar las decisiones que ayuden a cumplir con la misión y objetivos de la educación que inferimos del texto constitucional, y de forma más específica, se contemplan en el artículo 7° de la Ley General de Educación.

Es por ello que resulta interesante que el gobierno mexicano intente hacer un esfuerzo por buscar el mejor modelo educativo que ayude a cumplir con los ideales y objetivos de la educación en nuestro país. Los mexicanos tenemos una propia ideología, caracterización peculiar, habilidades específicas y virtudes y valores particulares. No es posible que sigamos imitando y copiando lo que otros países hacen y que a ellos les da resultado.

México es un país que debe aspirar a tener su propio lugar en el escenario internacional formado en conocimientos y habilidades, con actitudes competitivas, abierto a la tecnología y sumado al esfuerzo del avance, del crecimiento y desarrollo.

Como bien dice el anuncio. Ya no es cuestión de preguntarnos cuál es el país que les vamos a dejar a nuestros hijos, sino qué hijos son los que vamos a heredarle a este país.

En la educación, y su modelo educativo, se encuentra el primer paso hacia ese objetivo.


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