472meridaEl poeta Fernando Espejo, en las conferencias del “orgullo de ser yucateco”, afirmaba que lo que nos da orgullo es de lo que sentimos que es nuestro, que nos pertenece. Cuando vemos la cultura yucateca y sus diferentes manifestaciones en la música, la gastronomía, en su arquitectura y valores, y nos damos cuenta de que son nuestros bienes culturales, se nos “pone la piel de gallina”, los sentimos nuestros, y con ello, el orgullo se manifiesta en la medida proporcional de ese sentido de pertenencia y posesión.

En estos días Mérida cumple 472 años de su fundación. Es motivo de fiesta, sin ninguna duda, cada año al recordar el origen de esta ciudad, la joya de Yucatán. Hay muchos elementos que enmarcan nuestra idiosincrasia y cultura meridana para sentirnos plenamente orgulloso de vivir en una de las ciudades más seguras y tranquilas de México.

Sin embargo no todo es felicidad. En los últimos años por proceso de toma de decisiones en las cuestiones políticas y administrativas la ciudad ha perdido gran parte de su encanto. Hemos convertido a Mérida en un rehén de la lucha política encarnizada que afecta el curso normal de las cosas, la evolución social, política y económica.

Con la transición de poder después de varios años de estar gobernada por Acción Nacional, el arribo del PRI con Angélica Araujo fue una oportunidad para redireccionar acciones y visiones de desarrollo de la ciudad. Importante fue la reestructuración de las vías de tránsito que tenía proyectado la creación de varios distribuidores viales en zonas de verdadero conflicto vehicular. Una opción que ya se había contemplado en administraciones panistas, como la de Ana Rosa Payán Cervera, pero que no se habían concretado en una acción definitiva.

Al accionar la construcción de lo que debería ser un primer distribuidor, no importó el valor de la democracia y sus instituciones para que las fuerzas políticas de oposición, de aquel entonces, emprendieran un acto de protesta, calentarán el asunto y se provocará a la autoridad a un desalojo y represión. Al final todos salieron perdiendo en la credibilidad. La violencia inducida o como respuesta nunca aporta elementos de concordia y paz social.

Hoy no podemos decir que las cosas están funcionando de maravilla. Se prometió que se iba a retomar el camino que las administraciones panistas habían emprendido, y que por “accidente” perdieron al entregarla al PRI. Se recuperarían los servicios de calidad en los servicios públicos como la recolecta de basura, la iluminación y el bacheo.

Pero no ha sido así. Hoy la ciudad de Mérida sufre de la ineptitud de una administración que le quedo grande el paquete. Que demuestra con acciones que ya es un mito la idea de que el PAN sabe gobernar.

Las calles hoy están sucias, desbaratadas por las lluvias “atípicas”, no hay mantenimiento en parques públicos, las luminarias que se cambiaron por supuestamente no servir las anteriores hoy se apagan, no funcionan. No hay inversión pública, ni obras en beneficio de los ciudadanos. Hemos perdido capacidad crediticia al retirarse calificación de cumplimiento de obligaciones crediticias.

Se cae en pretextos absurdos, como en el caso del paso a desnivel para tratar de ocultar que no se hace el mantenimiento oportuno y seguir, desde una perspectiva mediática, enlodar lo más que se pueda a la administración pasada.

Esta es la Mérida que nos entrega Renán Barrera, de quien se esperaba mucho más. Es claro que no estaba preparado para, por lo menos, administrarla; porque para gobernarla se requiere de mucho más oficio político, visión y compromiso.

Los meridanos queremos sentirnos orgullosos de Mérida. Queremos también que las autoridades encargadas de su gestión y administración les vayan bien. En la medida que se tenga éxito, mejor nos irá como ciudad.

De esa forma el motivo de orgullo y celebración sea más grande.

AL CALCE. México ha entrado este 2014 en una etapa dura por la transformación jurídica e institucional que se requiere para avanzar en el crecimiento y desarrollo social, político y económico. Esto es resultado de 20 años de estancamiento e inmovilidad aún cuando se decía y reconocía la importancia de concretar las reformas estructurales que se requieren. Como todo cambio las cosas no serán sencillas y hay todavía muchas cosas que mejorar para realmente responder a las exigencias del mundo moderno, global y competitivo.

Por ello es necesario abrir a la discusión y debate, serio, responsable y con propuestas lo que debemos hacer ante los cambios. Urge encontrar la coincidencia en los temas torales y vertebrales para encontrar las mejores opciones que nos ayuden a evolucionar y transformar México con visión, acción y compromiso democrático.


Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.