Recientemente, la Diócesis de Wilcannia-Forbes (Australia) anunció que abrirán su primer colegio católico de nivel secundaria que llevará el nombre del Beato Carlo Acutis, el “Ciberapóstol de la Eucaristía”, para sembrar en los niños el amor y devoción al Santísimo Sacramento.

En declaraciones a CNA -agencia en inglés del Grupo ACI-, el Obispo de Wilcannia-Forbes, Mons. Columba Macbeth-Green, dijo que acaba de terminar de renovar el programa de educación religiosa diocesano, que buscará fortalecer la enseñanza de la doctrina teniendo como centro a la Adoración Eucarística.

El Prelado dijo que “lo que los niños estaban aprendiendo no era la plenitud de la fe”, pues “se le había quitado mucha carne, por así decirlo, las doctrinas”. El objetivo del nuevo programa es que los estudiantes de los colegios católicos de la diócesis conozcan las doctrinas de la Iglesia Católica y vivan la fe con una “relación íntima con nuestro Señor”, explicó.

Además, anunció que abrirán su primer colegio católico K-12 (que va desde el jardín hasta la secundaria), con un plan de estudios de artes liberales, y cuya educación religiosa estará basada en el método Montessori con un enfoque “práctico” centrado en la Eucaristía y la Misa.

“Somos una pequeña diócesis marginal […] en Australia […] Esta es nuestra primera escuela secundaria diocesana”, dijo. Además de incorporar este nuevo enfoque, el colegio se llamará Beato Carlo Acutis para que su vivencia de la fe sea de inspiración para los niños.

El Beato Carlo Acutis fue un joven católico de Italia con una devoción apasionada por la presencia real de Jesús en la Eucaristía y una aptitud para la programación de computadoras. En 2020 Acutis se convirtió en el primer millenial en ser beatificado por la Iglesia Católica, y ahora está a un paso de ser canonizado.

El Colegio Beato Carlo Acutis “tendrá en su corazón una vida diaria de oración y devoción a la Santísima Eucaristía, donde todos los estudiantes tendrán la oportunidad de construir una profunda amistad con Jesús”, dijo Mons. Columba.

Mons. Columba creció en una granja de su diócesis y sirvió como capellán de la policía en Wagga Wagga hasta que fue ordenado obispo. 

Su formación es monástica contemplativa, pues fue ordenado en la Orden de San Pablo Primer Ermitaño. El carisma de los también llamados Padres Paulinos incluye la contemplación de Dios en la soledad y el amor a la oración litúrgica.

“Quiero que los niños conozcan realmente su fe, que puedan vivir su fe, pero que también tengan una relación personal con el Señor”, dijo. “Conoce tus doctrinas, pero reflexiona y haz que vaya de la cabeza al corazón. La mejor forma de hacerlo es con la Adoración, la Sagrada Eucaristía. Ahí es cuando realmente pasas tiempo con Aquel sobre el que estás aprendiendo”, subrayó.

Para el Prelado, el Beato Carlo Acutis “es un hombre joven devoto de la Sagrada Eucaristía, que es el centro de nuestra escuela, y además con Internet, con las cosas que los jóvenes de hoy están lidiando: cómo ser una persona santa en el mundo de hoy”, dijo. “Solo pensé: ‘Bueno, él sería un santo patrono obvio para la escuela'”, agregó.

El Prelado recordó que cuando el Beato Carlo era un estudiante de la escuela primaria que a menudo pedía detenerse frente al tabernáculo de su parroquia, por la que pasaba durante sus caminatas hacia y desde la escuela, para rezar frente a Cristo Vivo. Inspirado en este detalle de la vida del santo, el colegio tendrá erigida una capilla en el centro del área.

“En el centro de la escuela estará la capilla. Todo sale de ahí”, dijo y precisó que este diseño arquitectónico busca que “los niños puedan entrar y hacer su visita [al Santísimo Sacramento], como parte de la rutina diaria del colegio, a imitación del Beato Carlo”.

El Prelado aseguró que un mayor enfoque en la Eucaristía puede brindar una renovación espiritual a la educación católica, pues “hoy podemos ver en la Iglesia de todo el mundo lo que pasa cuando se pierde eso. La gente se va. Los jóvenes no vienen a la iglesia porque no tienen esa relación”.

En ese sentido, dijo que “necesitamos inculcar a nuestros jóvenes el amor por nuestro Señor”. “Necesitamos realmente volver y redescubrir y vivir nuestra fe, porque de ahí es de donde nos nutrimos”, agregó.

La diócesis de Wilcannia-Forbes, que cubre la región del Lejano Oeste de Nueva Gales del Sur, es considerada la diócesis más grande del mundo sin costa, ni ciudad. El territorio eclesiástico mide aproximadamente el tamaño de Francia, pero a alberga solo a 20 mil habitantes, en contraste con los 67,39 millones del país europeo.

El Prelado, que vive en la cancillería diocesana, “a nueve horas en automóvil de mi Catedral”, explicó que debido al extenso territorio diocesano, los colegios locales dependen en gran medida de la tecnología para conectar a los pocos estudiantes que habitan en las áreas remotas.

“Algunos de nuestros pequeños colegios ya tienen aulas virtuales con otros colegios, por lo que dos o tres de nuestras escuelas pueden unirse y hacer clases de ciencias juntas, y podrían estar a 100 kilómetros de distancia”, dijo.

Como la tecnología juega un papel importante en el aula, el obispo dijo que quiere asegurarse de que sus alumnos, a ejemplo del Beato Carlo, aprendan a usar la tecnología de manera equilibrada, para que el mundo virtual no reemplace las verdaderas relaciones y vivencia en comunidad.

“Tienes que consagrarla [la tecnología] y usarla para el bien, de modo que puedas ser útil para difundir la fe, y realmente, para hacer crecer tu propia fe”, dijo y recordó la importancia de inculcar la convicción de que “puedes ser santo cuando eres joven”.

Desde los 12 hasta los 14 años, el Beato Carlo Acutis, llamado el Ciberapóstol de la Eucaristía, diseñó un sitio web que lanzó en 2005, donde muestra los milagros eucarísticos que han ocurrido en todo el mundo. El santo murió de leucemia un año después a la edad de 15 años, ofreciendo su sufrimiento por el Papa y por la Iglesia.

El Prelado dijo que la construcción del colegio se paralizó tras la pandemia del COVID-19 y que los más afectados fueron las comunidades indígenas remotas de la diócesis, a las que recientemente estuvo ministrando por dos semanas, “para ayudarlos en ese momento difícil, darles un poco de esperanza”.

Señaló que se espera que el Colegio Beato Carlo Acutis se inaugure en 2024, con una inscripción de alrededor de 300 a 500 estudiantes.

“Es un honor nombrar nuestra escuela en honor a un joven tan inspirador que demostró que los niños y adolescentes pueden vivir una vida dedicada a Dios y al cuidado de quienes los rodean”, concluyó.

Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.

 

 

 

 

FUENTE: ACI PRENSA


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