Para ubicar el contexto, desde el ciclo escolar pasado se dio a conocer que se encontraba listo el nuevo plan de estudios que el actual régimen de la Cuarta Transformación buscaría implementar el próximo curso escolar. Para ello se plantó un curso escolar con más días para los procesos de capacitación de los maestros y de este modo conocer los pormenores y características del plan, la metodología y demás elementos pedagógicos que lo conforman.

También se anunció que en una muestra de escuelas se realizaría en el presente curso escolar una aplicación a pilotaje en escuelas públicas. Esto como una medida para analizar la instrumentación del plan y encontrar en el análisis los mejoras que ayuden a que la implementación final tengo éxito. Esto no es nuevo en el ámbito educativo. Es parte de las acciones que curricularmente ayudan al análisis de las áreas de oportunidad.

En días pasados se dio a conocer una SUSPENSIÓN PROVISIONAL para dar marchas atrás al pilotaje que concedió el Juzgado Sexto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, por el amparo promovido por el movimiento nacional Educación con Rumbo con el número de expediente 1457/2022. Es decir, que la autoridad educativa, la SEP, no debe continuar con la aplicación del nuevo plan en las muestras de escuelas seleccionadas en el pilotaje ya que resulta inconstitucional al no garantizar la educación igualitaria y con calidad.

Las evidencias son la falta de preparación y capacitación de los maestros que están participando, así como también, hay carencia de materiales didácticos elaborados para la implementación del pilotaje. Factores que inciden y afectan el desarrollo pedagógico de los estudiantes que participan en el proceso de pilotaje.

La aplicación de pilotajes no es proceso nuevo. Hasta cierto punto los niños que participan no se les está impidiendo la educación. Tan tolo están en un proceso diferente que igualmente debe rendir frutos en los conocimientos, habilidades y actitudes.

El principal error, como suele suceder en estos procesos, es la falta de publicidad o socialización de la propuesta curricular. Eso supuestamente debería subsanarse a lo largo de este curso escolar. Sin embargo, ante la incapacidad de la propia secretaría de educación al no poder contestar cómo sería la enseñanza de las matemáticas, siendo la principal autoridad en la implementación, sembró muchas dudas que se acrecienta con la especulación sobre lo que vendrá para los próximos cursos escolares con esta reforma pedagógica.

Ahora bien, si somos honestos, hay una gran incertidumbre en todo el sistema educativo ya que desde el 2011 ya se había realizado una reforma educativa que conllevó a unos planes de estudio que fueron truncados por la reforma de Peña Nieto de 2017, que igualmente resultó afectada por la reforma de la Cuarta Transformación. Quien crea que hoy los estudiantes están sometidos todos igualitariamente a un mismo plan de estudios, no conoce lo que realmente sucede en la educación en los últimos años.

Es claro que la demanda de Educación con Rumbo se orienta más a un criterio más político que pedagógico, ya que ha hecho caso omiso a la diversidad de planes que siguen operativos en las aulas escolares y que marcan también una diferenciación en cuanto conocimientos, habilidades y actitudes. Un proceso de transformación y retransformación que los maestros deben conciliar entre los lineamientos de 2011 con lo que se llegó a desarrollar en el 2017 para continuar con el proceso que ese espera que para el 2022 ya se pueda unificar en solo una propuesta curricular. Un verdadero caos pedagógico con el cual hemos trabajado los docentes de 2019 cuando el nuevo gobierno dio marchas atrás a los cambios que empezaban a implementarse del plan educativo del sexenio de Peña Nieto. De tal forma que hay dos planes de educación vigentes, que se yuxtaponen para crear un programa de estudios que se fundamenta con dos perspectivas diferentes.

¿En dónde estaba la organización Educación con rumbo? Si se dicen muy conocedores de la educación ¿por qué no se opusieron y exigieron que se reponga el caos que causó las decisiones de la autoridad en 2019? ¿Acaso no se mermó la calidad educativa con esas decisiones? Las decisiones en aquel entonces que siguen afectando hasta hoy el proceso educativo ha sembrado mucha desigualdad, ya que hay ambigüedad en criterios de cuáles son los aprendizajes esperados a cumplir en las aulas.

Además, una nueva implementación se iniciará de manera progresiva con los primeros grados y así sucesivamente de un grado a otro superior según avances los estudiantes. No se podrá hacer de manera general sino avanzar año con año. ¿Esto no supondría igualmente una violación constitucional? Que sea claro, el experto en educación es consciente de la forma de implementación de un plan de estudios.

 

 


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