Cartagena (Colombia), 24 feb (EFE).- Un buque de la Armada colombiana fabricado en China y un robot submarino desarrollado en Suecia y producido en Inglaterra son las máquinas de alta tecnología con las que el país andino hará la exploración del galeón español San José, hundido en el siglo XVIII cerca de Cartagena de Indias.

La base para estos trabajos, que comenzarán en los próximos meses, será el moderno Buque Hidrográfico Multipropósito ARC Caribe, construido por el astillero Mawei en Fuzhou (China) e incorporado a la Armada en 2018, explica a EFE el comandante del navío, capitán de fragata Juan Manuel Uricoechea.

“Es un buque de 72 metros de eslora y 16 metros de manga en la cubierta de carga y 19 metros en la cubierta de vuelo, que es más ancha”, explica el oficial mientras señala el helipuerto en la parte superior del navío.

Este barco de 3.200 toneladas ya ha hecho “exploraciones no intrusivas” del pecio del galeón, que reposa a más de 600 metros de profundidad en algún punto del mar Caribe, en inmediaciones de las Islas del Rosario, mantenido bajo estricto sigilo por la Armada desde que lo halló en 2015.

El San José, construido en 1698 en Guipúzcoa (España) y perteneciente a la Armada española, fue hundido el 8 de junio de 1708 durante un ataque de una flota de corsarios ingleses cuando se dirigía a Cartagena de Indias cargado, según crónicas de la época, con cerca de 11 millones de monedas de ocho escudos en oro y plata que había recogido en la feria de Portobelo (Panamá).

España, amparada en las normas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), reclama la titularidad del galeón por tratarse de “un barco de Estado”, con su bandera.

Después de muchas discusiones sobre qué hacer con los restos del naufragio del legendario galeón, para lo cual España ha ofrecido su cooperación y conocimiento en materia de protección del patrimonio subacuático, el Gobierno colombiano presentó el viernes la hoja de ruta para la exploración inicial, en la que se espera retirar para su estudio algunas piezas del pecio.

Dichas objetos, que pueden ser monedas, cañones, vasijas o porcelanas chinas, por ejemplo, tendrán que recibir un tratamiento especial antes de ser sacadas a la superficie ya que la presión del agua del mar a una gran profundidad durante los 315 años transcurridos desde el naufragio, causa alteraciones moleculares en su estructura que las puede dañar al contacto con el aire.

En el caso de la madera es más complicado aún que con los objetos de metal porque se puede desintegrar al salir a la superficie, explican los oficiales de la Armada.

“El ARC Caribe nos va a llevar al mar, a bajar a 600 metros de profundidad para hacer la investigación científica más importante de la década de los de los océanos en Colombia. Es un hito de investigación científica en Colombia (…) y con esta experiencia tal vez podamos marcar una guía de cómo construir investigación arqueológica profunda en los océanos”, explica a EFE el jefe de Intereses Marítimos de la Armada colombiana, almirante Hermann León.

Tecnología de superficie y submarina

En ese sentido, el buque cuenta con tecnología de punta, como “un sistema azimutal” que hace las veces del antiguo timón de dirección y “permite que la hélice pueda girar 360 grados”. Su manejo es similar al de un mando de videojuego, cuenta por su parte el almirante Uricoechea.

“Nuestro buque tiene la capacidad de posicionamiento dinámico, es decir, puede enfrentar las olas y el viento en todos los movimientos en seis direcciones que existen en el océano”, indica el almirante León.

Eso es una ventaja porque le permite “sostenerse en un punto preciso ya que la intervención o la exploración (del San José) requiere exactitud y que el robot, a 600 metros de profundidad, pueda ser conectado con el ojo y la mano del operario que está en el barco”, agrega.

El ARC Caribe lleva a bordo un robot submarino Saab Seaeye Lynx, al que hace referencia el oficial, que fue desarrollado por la compañía sueca Saab, líder mundial en este campo con sus vehículos operados a distancia (ROV, sigla en inglés).

Este robot, que cuenta con pinzas y cámaras de alta definición con las que se tomaron las primeras fotos del galeón en 2022, fue fabricado por Saab Seaeye en su planta en Fareham (Reino Unido), y puede bajar hasta una profundidad de 900 metros, dice el jefe de la Unidad de Buceo y Salvamento de la Armada, capitán de Fragata Juan Pablo Clavijo.

En este proyecto de exploración del San José la Armada cuenta con “expertos en todas las especialidades” que requiere el caso, como robótica submarina, ingenieros, químicos, geofísicos y oceanógrafos, además de historiadores, conservadores y arqueólogos, entre otros, del Ministerio de las Culturas, afirma el almirante León.

“Esto es multidisciplinario, es un gran proyecto de ciencia y tecnología y de innovación para la gestión del patrimonio”, concluye el jefe de Intereses Marítimos de la Armada.

Jaime Ortega Carrascal

 

 

 


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