No niego como tampoco dejo de reconocer la importancia de otorgar a la comunidad homosexual los derechos y obligaciones que como ciudadanos se merecen.
 Todo acto o decisión se debe ejercer con responsabilidad. Al elegir el estilo de vida que desean para sí mismos, les debe llevar a ejercerla con las consecuencias que ésta acarrea. Al igual que los padres de familia, cuando deciden tener hijos, tiene toda la responsabilidad de cuidarlos, protegerlos y educarlos para que sean hombre o mujeres útiles para la sociedad.
 Del mismo modo, los homosexuales que deciden vivir como tal, deben de gozar de la privacidad y de los derechos que resguarden su seguridad social, el acceso a la salud, así como al crecimiento y desarrollo profesional y/o laboral. Pero también respetar la institución familiar, la misma que les dio la oportunidad de vivir.
 España se levantó contra la iniciativa del Gobierno Español. Se manifestó por ¡La familia si importa!. Más de un millón de personas marcharon por las calles madrileñas, así como en muchos países, como México, se solidarizaron con el sentir del nuestro pueblo hermano.
 México, que aún es un país en desarrollo tiene la oportunidad para convencer al mundo, que el verdadero desarrollo no sólo está en los indicadores económicos, sino también en el nivel de valores que nos distinguen. El equilibrio de estos, darán los cimientos donde importante tanto el hombre como los bienes materiales.


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